Chile, mis primeros días en el país «largo»…

Contenta en mis primeros días en Chile en los que estoy adaptándome al país, sobrellevando el jet lag con dignidad, (me sigo despertando a las 4 de la madrugada) y familiarizándome con la ciudad, (estoy todavía en Santiago). Como siempre, lo más fascinante para mí en los viajes que emprendo sola es la cantidad de gente que voy encontrando por el camino y los momentos y conversaciones que comparto que me hacen aprender sobre otras culturas y personas… Al final, todos compartimos las mismas cosas, sólo es cuestión de pararse a hablar y querer comprender de verdad… 😊😊😉😉


Y mañana… Rumbo a Isla de Pascua… ¡Qué nerviossss!

RECOMENDACION ALOJAMIENTO

  • La Chimba Hostel, en Santiago de Chile, (barrio de Bellavista)

Entre todos podemos hacer grandes cosas…

Bueno, pues parece que mi etapa en Costa de Marfil va llegando a su fin. Me siento satisfecha, (por haber cumplido el plan de trabajo establecido), feliz, (por la gente que he conocido y las vivencias compartidas), cansada, (ha sido un ritmo bastante alto) y llena de fuerza, (ésa que me han contagiado las mujeres increíbles que he tenido la suerte de conocer). Han sido semanas muy intensas, hemos podido realizar 12 formaciones en las que han participado más de 100 mujeres.


Por otro lado, os confirmo que lo recaudado de las personas que me hicisteis llegar vuestra contribución va a cubrir como beca los estudios del año que viene de tres chicas que quieren labrarse un futuro como Cocineras, (he conocido hoy a dos de ellas y os pongo sus fotos abajo):

  • Germaine, que tiene 20 años, y el año próximo hará segundo curso de BT Cuisine.
  • Laurainne, tiene 19 años. Son 10 personas en su casa, (sus padres se hacen cargo de 2 sobrinos además de sus 6 hijos). Su sueño es ser chef. Hará también su segundo año de BT Cuisine en Ecole Yarani.
  • Alix, tiene 22 años y hará su primer curso de BT Cuisine. Su sueño es poder ir a otro país y empezar siendo cocinera y luego quizás montar su propio negocio.
    Os transmito de su parte su agradecimiento por vuestro apoyo en su formación, de otra forma hubieran tenido que seguir posponiendo su educación hasta poder reunir los fondos necesarios.
    Entre todos podemos hacer grandes cosas…
    «Sé el cambio que quieres ver en el mundo», Gandhi

Yamussukro, la capital oficial que no lo es…

Ha terminado mi estancia en Yamussukro, (capital política y «oficial» de Costa de Marfil) y he vuelto hoy a Abidjan, (la que es, a efectos prácticos, la verdadera capital administrativa del país). Durante estos dos días en Yamussukro he tenido la oportunidad de acompañar en varias formaciones a otras 20 grandes mujeres. Como me viene ocurriendo desde que pisé Costa de Marfil el primer día, gracias a este proyecto que estoy haciendo, centrado en el desarrollo y empoderamiento de mujeres, no paro de asombrarme de las mujeres increíbles que estoy conociendo. Me quedo sin palabras cuando voy descubriendo y escuchando las historias de sus vidas. Algunas de ellas son refugiadas que tuvieron que salir corriendo de su país por encontrarse en peligro de muerte. A otras sus familias les han echado de casa por no tener marido. A otras sus padres les han propuesto prostituirse para llevar dinero a casa y tienen las puertas de casa cerradas hasta que lo hagan.

Culturalmente aquí la opinión de la familia, (y sobre todo de los padres) tiene mucho impacto en las hijas, por el tradicional respeto que están obligadas a tenerles). Pero todas estas mujeres tienen en común que han elegido su vida. Ellas han decidido su propio camino. Con fuerza, con valentía, con firmeza. Eso hace que algunas hayan comenzado un nuevo camino solas. A algunas su familia o la sociedad les repudia. Otras, cuando se negaron a la propuesta de sus padres a ejercer la prostitución, se quedaron sin un lugar donde dormir ni un techo para resguardarse, con sus cosas metidas en una bolsa. Otras dejaron a su familia en su país por huir y poder seguir con vida. Otras no saben leer ni escribir, pero han conseguido aprender un trabajo y sostienen ellas solas a toda su familia. No me preguntéis de qué pasta están hechas, porque no lo sé. Sólo sé que aún no he escuchado de ninguna de ellas ni una sola queja, ni un reproche. Sólo sé que tienen muchas ganas de aprender y que miran mucho al futuro pero, sobre todo, miran al presente. Sólo sé que lo que aprendo y me emociono a su lado me vale todos los masters que se pueden estudiar en una escuela. Que hablar con ellas me recoloca internamente y reordena mi escala de valores. Que me siento tremendamente afortunada de la vida privilegiada que disfruto, pero que, a la vez, me doy cuenta de que tengo una enorme responsabilidad de compartir parte de mi suerte. Me siento agradecida, una vez más, por parar y tomar conciencia. Por pensar en lo que importa en mi vida y lo que no. Por reafirmarme en hacia dónde quiero ir y cómo. Por saber que todas compartimos esa fuerza interior y que «si queremos, podemos».
Gracias a todas estas mujeres maravillosas por ser grandes maestras de vida.

El gran día llegó, recibir y aportar…

Ayer fue un día muy especial. Desde que llegué a Abidjan por la tarde estoy muy cansada, floja de ánimo, con dolor de espalda, (me han explicado que es a causa de la medicación contra la malaria que estoy tomando, que te hace tener los mismos síntomas que la enfermedad, aunque mucho más atenuados y sin fiebre). Pero ayer fue diferente. Estoy segura de que fue por el subidón de energía que tuve durante el día. Tuve la oportunidad de compartir una formación sobre empleo y desarrollo de competencias con 25 mujeres. 25 mujeres empoderadas, llenas de fuerza y con ganas de liderar su vida y tomar sus propias decisiones. Os aseguro que esto no es nada fácil aquí. Son estudiantes universitarias, profesoras y coordinadoras de formación de grupos de mujeres sin formación pero que quieren aprender a ser autónomas y no depender de otros. Mujeres que no lo han tenido fácil para llegar donde están, pero que quieren opinar, que se les escuche, que se tenga en cuenta lo que piensan. Me emociona ser testigo de su fuerza y su valentía, en un camino que en otros países tenemos ya más fácil y aquí todavía está por hacer. Algunas veces me han preguntado cuáles son los mayores retos en mi trabajo y siempre digo que estos momentos son para mí los desafíos más grandes y más bonitos. Comprobar la pasión, la fuerza y las ganas de cambiar el status quo que tienen estas mujeres me revuelve muchas cosas por dentro y me ofrece muchas lecciones de superación y aceptación que me llevo en mi mochila. Aceptación (sin queja) pero con ganas de contribuir a la solución, (no al problema).


Seguiré aprendiendo de mis maestras en los días que me quedan en Costa de Marfil 😊😊
Esta tarde salgo de viaje a Yamussukro, la capital del país, para impartir allí formaciones con otros equipos de la entidad, os iré contando…
Comparto con vosotr@s algunas fotos de los momentos que estoy viviendo aquí… Un abrazo grande!

Primeros días en Costa de Marfil

Están siendo unas jornadas de mucha actividad desde que llegué a Abidjan. Siempre me ocurre en estos proyectos que quiero aprovechar y exprimir tan intensamente cada minuto que acabo agotada al final del día. A eso hay que sumarle las horas de viaje, (14 para ser exactos, desde que salí de Zaragoza el sábado por la mañana hasta que salí la madrugada del domingo del aeropuerto de Abidjan tras hora y media de trámites de visado), la diferencia de clima y humedad, el revoltijo de estómago con las pastillas contra la malaria y la adaptación de los primeros días a la cultura, el idioma y el ritmo del país. Estoy cansada y muy feliz. Como siempre me ocurre en África, con tan sólo cuatro días aquí ya he caído rendida ante la generosidad y hospitalidad de la gente que estoy encontrando. Me siento privilegiada de poder compartir conversaciones sobre nuestras preocupaciones, ilusiones y valores en torno a un plato de atoukpou, (comida típica hecha con mandioca) o bebiendo una infusión de citronnella.
Estoy aprendiendo como uno de los países más prósperos de África sufrió un gran retroceso en su economía a causa de la guerra, que sumió al país en una época horrible, (del 2002 hasta el 2011), donde salieron muchísimas empresas de países como Francia y Suiza, que habían contribuido (y beneficiado) de ese desarrollo y como poco a poco van levantando la cabeza y superando ese parón, desde hace unos años. Falta mucho por hacer, aunque los marfileños que estoy conociendo tienen muchas ganas, ilusión y determinación.
Estoy disfrutando mucho con las formaciones que estoy facilitando a los equipos, comparto con vosotr@s algunas fotos.


Por cierto, os adelanto una noticia: los donativos que me disteis van a servir para ofrecer 3 becas de estudio a tres chicas en la Escuela de Formación Profesional Yarani, que habían pospuesto su formación por no tener el suficiente dinero ahorrado, (aunque es un precio «simbólico», se les pide que cubran parte de la formación). En cuanto sepa más detalles os los transmito.
Un abrazo enorme y gracias por acompañarme!

Ya estoy en Abidjan, (Costa de Marfil)

Ya estoy en Abidjan, (Costa de Marfil), llena de energía y preparada para estas semanas en las que realizaré un proyecto de varias formaciones con trabajadores de 7 equipos diferentes de la organización Yarani. Van a ser días muy intensos, estoy ilusionada, nerviosa y muy contenta y dispuesta a aprender y compartir experiencias con ellos. En unos minutos empezamos la primera formación sobre «Comunicación en equipo», todo listo ya…
Muchas gracias por acompañarme en el proyecto y también MUCHÍSIMAS GRACIAS a todos los que habéis aportado para contribuir en los proyectos de la entidad, se lo haré llegar de vuestra parte y seguro que resulta de muchísima utilidad aquí… Un abrazo!

Reflexiones de una viajera en China (II)

Vuelta a casa con la mochila llena hasta los topes de cosas que llenan mucho y pesan muy poco. De ésas que voy a tardar bastante tiempo en asimilar por lo intensas pero que luego quedarán para siempre en la memoria. De ésas que te transforman y hacen que nunca seas la misma persona que cuando empezaste el viaje. Historias, imágenes, conversaciones, risas y experiencias que, yo creo, me ayudan a conocerme más a mí misma y a descubrir un poco más sobre el mundo y los demás. Aprendizajes que no puedo pagar con dinero. Que somos responsables de contrastar los prejuicios que a veces tenemos sobre los países o sobre las personas antes de generalizar alegremente. Que a veces la buena/mala imagen o la propaganda sobre un país (o la ausencia de ella) depende de las relaciones exteriores o políticas entre países. Que la opinión pública, desgraciadamente, se puede manipular fácilmente. Que en este lado del mundo, (culturalmente quizás más gregario, menos individualista), el «compartir», (espacio, comida, o lo que se tercie) se practica más frecuentemente que por nuestros «barrios». Que hace tiempo que China pasó a ser, con razón, un gigante económico poderoso, tecnológicamente pionero y que nos da mil vueltas a los «países desarrollados» en innovación y capacidad de desarrollo. Que las etiquetas de «régimen comunista» habría que revisarlas o redefinirlas, aún sigo sin entender a qué se refieren aquí. Que se puede ser un país híper poblado y que gran parte de la población pueda tener las necesidades básicas cubiertas, incluso que gran parte de la sociedad disfrute de un poder adquisitivo medio o alto, (basta con hacer llegar los recursos al pueblo y penalizar de forma drástica la corrupción política… Aunque en mi opinión sea mejor suprimir la pena capital, pero sí imponer un castigo suficiente que disuada…).

Que, al final, no se me da tan mal interpretar mapas, y algo he desarrollado mi orientación espacial, (aún me queda recorrido). Que cada vez que me monto en un teleférico me hago más grande y hago más pequeñito mi pánico a las alturas. Que aquí también las personas, aunque parecen tan diferentes, cuando las conoces más allá de la superficie, tienen las mismas inquietudes y valoran las mismas cosas que en cualquier lugar del mundo. Que también aquí hay mujeres luchadoras, valientes, empoderadas que quieren elegir y vivir su propia vida, no dejarse imponer las ataduras de su sociedad y decidir su destino. Que a veces en algunos lugares estas mujeres cultural y socialmente lo tienen más difícil que otras. Que, al fin y al cabo, es más lo que nos une que lo que nos diferencia.
Que todavía hay países que ni siquiera sé que existen y donde hay gente maravillosa.

Y también que, la mayor parte de las veces, los miedos están sólo en la cabeza, («me perderé?», «me podré hacer entender?», «me podré comunicar?»…). Que esos miedos tan sólo quieren avisarme de cosas y que lo que importa es lo que yo decido hacer con ellos. Que, al final, si confías, todo fluye, todo está bien.
Comparto con vosotros algunos momentos con la gente maravillosa y nuevos amigos con los que he compartido camino…
#reflexionesdeunaviajera
#viajeaitaca
#travellingwakesupthespirit

Reflexiones de una viajera en China (I)

 Amanecer en unas colinas cerca de Yangshuo
 Shanghai
Shanghai

Varios días sin poder conectarme, VPN bloqueada, ya sabéis… Y ahora aprovechando en Shanghai que parece que puedo 😉
Estos últimos días he seguido descubriendo este país fascinante…

 Con Zhige y su hermana
 Jugando con Aureen, Hangzhou
Cenando con Zarina, (Tajikistan), Alec, (México),
 Jaime, Elena, (España) y Kung, (India), 
viajeros geniales y muchas risas!

Según mi nueva amiga Sara, de Pakistán, que conocí en Xian y que lleva viviendo allí varios años, existen dos tipos de viajeros. Están los «slow travellers» que pasan mucho tiempo en los lugares que visitan, algunos incluso trabajan unas semanas y ahorran para su siguiente destino, y se toman el viaje de una forma más relajada, integrándose al máximo en la vida de la ciudad en la que están, (incluso haciendo cursos de algo típico local o aprendiendo el idioma) . Por otro lado, están los «quick travellers», que no están más de dos o tres días en cada ciudad y en ese tiempo quieren ver y vivir el máximo de experiencias del lugar.

 Traje típico en Hangzhou
West Lake, Hangzhou
Con Lorie, en Shanghai

Aunque la segunda definición se acerca más a mi estilo de viaje he inventado una nueva categoría en la que me siento más identificada, la llamaré los «quickslow travellers». Dedico pocos días a cada destino, (desde luego menos de los que me gustaría), pero siempre me gusta encontrar un momento para relajarme en un parque varias horas y simplemente observar a la gente pasar, tomarme un café en una terraza leyendo un buen libro o perderme horas y horas en un museo local.

Pearl Tower in Shanghai

No pretendo nunca ir agotando las lista de «sitios que no te puedes perder» y cambio esos monumentos muy contenta por una conversación con alguien del lugar, una cena con alguien a quien acabo de conocer o un café (o té) intercambiando inquietudes y opiniones. Eso es para mí lo más rico del viaje…
En Hangzhou he podido compartir momentos muy especiales con mi nueva amiga Zhige y su familia, y en Shanghai con mi amiga Lorie, que conocí en el aeropuerto de París… Todos ellos me han hecho sentir como en casa y rendirme fascinada a la hospitalidad de este país… Qué gente tan maravillosa hay por el mundo! 😊😊😉

RECOMENDACION ALOJAMIENTO:
* Memory Travel Hotel (West Lake), No.306, Zhongshanzhong Rd., Shangcheng District, Hangzhou

Guilin y Yangshuo: explorando el río Li

 Crucero por el río Li, de Guilin a Yangshuo,  
Colina de los Nueve Caballos.
 Río Li
Xingping

Bueno, pues para darle más emoción al viaje, (si cabe), ahora ya no me funciona la VPN, es decir, voy a tener bastante complicado conectarme por internet y poder transmitiros mis vivencias y colgar fotos. Haré lo que pueda, como ahora, que estoy aprovechando un sitio de «free Facebook». Esto me va a hacer más difícil poder ubicarme, situarme con los mapas o poder comunicarme y traducir para hacerme entender. Parece que desde hace un par de días se me ha bloqueado el acceso, con lo que ahora más que nunca voy a tener que «confiar y fluir».

 Xingping
 Yangshuo
 Pagoda de la Luna y el Sol, Guilin.

 Guilin
Guilin
 Con Alec, (México), Kung, (India), Zarina, 
(Tajikistan,… sí es un país, yo también puse esa cara 😜), 
Jaime y Elena, (España). Me encanta conocer y compartir 
vivencias con nuevos amigos de países tan diversos.. 😉
De paseo por la ribera del río Yulong, Yangshuo

Espero poder apañarme. En estas últimas ciudades que estoy visitando ya me estaba resultando difícil la comunicación, incluso con la VPN, porque no hablan inglés y todas las indicaciones están sólo en chino. Eso implica el método prueba-error, es decir ir andando y probando caminos diferentes hasta que doy con el correcto. A veces es un poco frustrante y agotador, pero luego cuando encuentro el destino es muy gratificante.. Al menos estoy desarrollando algo que yo creía que no tenía, mi sentido de la orientación.. Ahora no me queda otro remedio que exprimirlo a tope 😉

 Yangshuo
 Desde la piscina del Hostel, (Yangshuo Sudder 
Street Guesthouse), fantástico y menos de 10€/noche 😊😊😉
Con Margot y Jacques, (Francia) y Alec, 
(México), paseo por el río Li, Guilin.

Por otro lado, sigo conociendo lugares increíbles, ahora estoy en el sur de China y son zonas y paisajes espectaculares… Comparto algunas fotos, que las disfrutéis 😉😊

RECOMENDACION ALOJAMIENTOS:
* Ming Palace International Hostel, 10-3 Dong Hua Rd, XiuFeng District, Guilin
* Yangshuo Sudder Street Guesthouse, No. 74, ShenShan Village, Yangshuo

Fenghuang: el pueblecito verde de día y rojo de noche…

 Vista de los palafitos sobre el río, Fenghuang
 Palafitos, Fenghuang
Fenghuang

Fenghuang es un pueblo precioso en la provincia de Hunan. Durante el día es fascinante perderse por los laberintos de callejuelas de su ciudad vieja, dentro de las murallas y observar sus palafitos y templos que parecen anclados en el tiempo. Pero, de repente, llega la noche y la ciudad se viste sus mejores luces y comienza el espectáculo… Parecen dos caras de la misma moneda. No me extraña que haya tantísimo turismo local, es un lugar que cautiva.

 Uno de los puentes de Fenghuang
 Fenghuang
Fenghuang

Cuando llegué a Fenghuang, y una vez conseguido el quedar por teléfono con el dueño del hostel donde tenía la reserva, para que viniera a buscarme al puente del pueblo, me encontré con que el hostel no estaba en el lugar previsto, no era lo que había reservado y además el precio que me pedía, de pronto, había subido. Así que cogí mi mochila y me puse a deambular por las calles de la ciudad vieja para encontrar otro alojamiento con menos «sorpresas». Como siempre, no hay mal que por bien no venga, y encontré una habitación en un pequeño hostel de una familia encantadora, que además me ayudó a conseguir entradas para uno de los espectáculos más sorprendentes que he visto nunca.

 Fenghuang
Fenghuang

Me lo había recomendado mi amiga Nadia y fue realmente bonito. Recrean una historia de amor, cantada y bailada, pero lo realmente sorprendente es que el escenario se transforma sucesivamente en un bosque, en un arrozal, en un campo con su río, en una ciudad con sus casas… Agua, fuego, fuentes, en un escenario donde actúan más de 100 bailarines..

Trajes típicos en Fenghuang

Al día siguiente salí con mi mochila, camino a coger un taxi, pensando en cómo me las iba a ingeniar para encontrarlo/que me parase (muchos no paran a extranjeros por el idioma) /conseguir que entendiese a qué estación iba/y comprar mi billete, cuando, en la esquina de la calle aparece un chico chino, con su mochila y me saluda…. ¿Sabéis dónde iba? Sí, lo habéis acertado… «Casualmente» a mi misma estación, a mi mismo destino y a coger el mismo bus que yo. Otro ángel del camino 😉

Con Fam, en Fenghuang

Subimos al bus y a los 5 minutos, ¿quiénes aparecieron? Irene y Jordi, la pareja que había conocido hacía unos días en Zhangjiaje y que no habíamos podido localizarnos porque el número de su móvil no se me guardó 🙄🙄
Así que compartí con ellos el día en Huaihua, lo pasamos genial y nos encontraremos en nuestro siguiente destino: Guilin.
Fascinante esto de confiar y fluir, todo está bien.