Porque esto es África… Etiopía (I)
Aprendizajes en Etiopía (II)- La cara
Toda moneda tiene dos caras. Y a mí me gusta «elegir», además, ver siempre la parte positiva de cada una de las experiencias que la vida me pone en el camino… Así, que, en ente caso, también han sido muchos los aprendizajes y emociones positivas que me he traído en la mochila.
He reflexionado sobre lo que tantas veces hablamos de desarrollar «competencias», esas capacidades que nos hacen ser mejores en el trabajo o, en general, en la vida.. ¡Qué diferente es el entorno en que estas personas se mueven y que hace que el desarrollo de esas competencias lo tengan prácticamente todos para poder sobrevivir, no sólo para poder mantener su trabajo!
He admirado su fortaleza, su capacidad de adaptación al entorno, sin quejarse ni obsesionarse con lo que pasará dentro de un año, o dentro de un mes. Lo importante es el aquí y el ahora… ¿quién sabe dónde estaremos mañana?
Aprendizajes en Etiopía (I)- La cruz
Continuando mi viaje a Itaca…
Es un viaje diferente al que emprendí hace un año, aunque ambos tienen en común
que voy a vivir una gran experiencia y que voy a salir de nuevo de “mi zona de
confort”. En esta ocasión voy a Etiopía, a aportar mi pequeño granito como
voluntaria en varios proyectos con los que colaboro. Siento la necesidad de vivir
lo que ellos viven, poniéndome literalmente en los “zapatos del otro”, porque
creo que es la forma de interiorizar y asimilar de verdad las situaciones que
se viven en otros países donde no son tan privilegiados como nosotros somos. Quiero
sensibilizarme, empaparme de esa situación y luego ser capaz de trasmitirla, de
contarla en mi entorno.. ¿me acompañas en este viaje?
mucho más de lo que voy a poder ofrecer, espero poder gestionar las emociones
que voy a sentir, ése creo que va a ser el primer reto que tendré que afrontar.
más llena, no con peso, sino con experiencias y vivencias que me harán aprender…
Reflexiones finales de una viajera…
Creo que después de 25 aviones, 9 países y más de 60.000 kilómetros
recorridos puedo decir satisfecha que he logrado cumplir mi sueño de dar
la vuelta al mundo. Cuando mis amigos me preguntaban, antes de
emprenderlo, el «para qué» de mi viaje yo tenía muy claro, desde hace
mucho tiempo, mi propósito: conocer, descubrir, compartir y, sobre todo,
aprender, viviendo experiencias diferentes de las que estoy
acostumbrada.
traigo a casa la mochila llena de lugares maravillosos,
paisajes increíbles y ciudades súper interesantes. También me traigo en
mi equipaje más conocimiento de mí misma, de cosas que quiero mejorar y
de otros aspectos que he descubierto, que no conocía y que intentaré
potenciar. Pero, sobre todo, me traigo en la mochila el conocer un
poquito más de este mundo y de diferentes culturas a través de los ojos
de muchos amigos que he tenido la gran suerte de
encontrar en mi camino. He disfrutado intensamente de todas y cada una
de las conversaciones y de los momentos compartidos con tantos viajeros y
amigos.
He vivido, también intensamente, muchas emociones: he reído, (mucho), he sentido pena o tristeza, (algunas veces), me he sentido perdida o frustrada, (en bastantes ocasiones), me he maravillado, (cada día y con cada descubrimiento), y, sobre
todo, me he sentido agradecida por esta oportunidad que la vida me ha
regalado.
tengo de haber nacido en el país que he nacido, donde, a pesar de «la
que está cayendo», tengo un techo bajo en que refugiarme si hace frío o
si llueve, (y no un conjunto de hojas de banano o chapas que
probablemente se caerán en algún momento de la estación de lluvias),
varios platos diferentes de comida diarios, (y no un plato de arroz o
frijoles para pasar el día), la tranquilidad de pasear por el campo,
sabiendo que no va a explotar una mina a mis pies, o de saber que, si lo
necesito, puedo recibir ayuda en un hospital sin que mi familia tenga
que endeudarse durante años.
También un lugar donde tengo el privilegio
de poder vestirme de colores, llevar el pelo suelto, decir lo que
pienso, trabajar y decidir con quién casarme, si realmente quiero
hacerlo. O simplemente de poder conseguir un pasaporte que me permita
viajar y salir de
mi país, si quiero.
Que no se me olvide nunca que tengo un millón de
razones por las que estar agradecida, he visto muchas situaciones y
personas que me han dado esa lección de gratitud teniendo la décima
parte de «suerte» que yo en ese reparto de cartas que nos hacen al
empezar la partida de la vida.
Disfrutando del momento,
Halong Bay, Vietnam
viaje, os envío un GRACIAS enorme por haberme enseñado tantas cosas sobre
vuestra cultura, vuestro país, y haber compartido conmigo inquietudes y
emociones. Os llevo para siempre en mi corazón y ojalá nuestros caminos
vuelvan a cruzarse en el futuro.
También me gustaría daros las GRACIAS a todos los amigos que, en la
distancia, me habéis acompañado, con vuestro cariño y apoyo y vuestros
mensajes.
poder inspirar o ayudar un poquito a alguien que estuviera atravesando una
situación que a priori pueda parecer «difícil» y quizás inspirar y
transmitir con un modesto ejemplo, cómo siempre podemos elegir nuestra
actitud y ver cada situación como una oportunidad, tomando impulso para
realizar nuestros sueños después de reflexionar y decidir cuáles son.
tenido, estoy realmente sorprendida. Gracias por venir conmigo a través
del blog en esta maravillosa experiencia, me siento muy feliz de haber podido
alegraros o ayudaros en alguna medida, como me habéis transmitido en algún
mensaje personal que
me ha emocionado.
Para lo que necesitéis podéis contactar conmigo en este e-mail:nbermudezmayoral@yahoo.es.
apasionante viaje de la vida…
Fin de mi novena y última etapa (Tailandia)
que me han ayudado en alguna situación un poco más complicada, y que me
han hecho afianzarme en la idea de que lo más importante es creer siempre
que todo irá bien, confiar en la vida. De nuevo, las personas y las
relaciones que he podido entablar en mi camino es lo más bonito que,
afortunadamente, me llevaré de vuelta a casa en mi mochila…
Saori, (Japón)
Chiang Rai, en la frontera natural tailandesa del río Mekong…
a Chiang Rai es el Templo Blanco, es espectacular ver los destellos de colores
que producen sus cristales y pequeños azulejos a la luz del sol…
el norte de Tailandia con otros dos países, Myamair, (antigua Birmania) y Laos.
Desde ahí se puede observar el Triángulo de Oro, un pequeño islote triangular
donde se comerciaba unas tres o cuatro veces al año, durante la estación seca,
(durante la estación de lluvias ese islote desaparecía por la crecida del río
Mekong), y la moneda de cambio era el oro, de ahí que se le conozca como el
Golden Triangle.
de diferentes etnias.
La gastronomía tailandesa, un espectáculo de aromas, texturas y colores
en vano es una de las más reconocidas del mundo. No hace falta ir a
restaurantes de lujo para saborear una comida buenísima, incluso en la
multitud de puestos callejeros que llena Bangkok se puede apreciar su
cocina rica y sabrosa. El plato estrella, los fideos, en multilples
formas y mezclados con verduras, pescado, carne, pollo, marisco…
Rollitos tailandeses
Chiang Mai, la unión de naturaleza salvaje y mezclas étnicas…
paisajes maravillosos, fauna y flora, tranquilidad y una gran variedad
de posibilidades de actividades diferentes.
Entre sus templos se
encuentra el Wat Phra Singh, el Wat Chedi Luang o el Wat Phan Tao. A
las afueras de la ciudad se encuentra otro imponente templo, el Wat Phra
Doi Suthep.
de elefantes, (muchos de ellos enfermos o muy mayores, los rescatan y los cuidan, protegiéndolos ademas de los cazadores furtivos) y también visitar poblados de tribus de la zona, como la
tribu de las Long Neck Ladies.




























































