Por otro lado, al haber una mezcla tan grande de razas y de personas de diferentes paises se puede encontrar una variedad infinita de comida, incluso de mezcla de estilos (por ejemplo, el tex-mex, mezcla de estilo americano y mexicano).
Travelling wakes up the spirit
No tenía muy claro si llamar a este post «la ciudad de la niebla» o «la ciudad de las cuestas gigantes», creo que ambos aspectos la definen. Pero, tal y como me advirtió mi buen amigo Hans, al cabo de unos días viviendo en esta ciudad acabas irremediablemente enamorado de ella.
San Francisco es una ciudad viva, llena de novedades cada día, que seduce por sus edificios, sus parques, sus rincones para pasear, su gente y su calidad de vida.
Intenté ver en tres ocasiones el famoso Golden Gate Bridge, y me resultó imposible por la niebla hasta el cuarto día… aunque, como si se tratase de una novia que hace esperar a su amado en el altar y, cuando llega, está tan radiante y bonita que todo se le perdona, me quede fascinada cuando lo ví resplandecer delante de mí.
Uno de los sitios más dinámicos de la ciudad es el Pier 39, un muelle donde hay un montón de restaurantes, sobre todo de marisco, de cafeterías y, sobre todo, mucha animación. No hay que perderse los cocktails de gambas, o el clam chowder, que es un pan redondo que rellenan con una especie de sopa de marisco. Del Pier 39 parten varios tours para visitar Sausalito, Tiburón, Muir Woods, o el Golden Gate Bridge.
Existe una fauna muy variada en el parque Yosemite, desde osos, ciervos, ardillas, etc. Se pueden realizar muchas actividades, paseo a caballo, en bici, senderismo, escalada (los más atrevidos lo intentan con el Gran Capitán). También se puede acampar dentro del parque.
* Excursión Grand Canyon: Sweetours, Las Vegas.
Puede que te enganche su
despliegue de lujo, la ostentación de la que hacen gala los hoteles y
casinos, el derroche de placer para los sentidos, o que te agobie esa
sensación de artificialidad, de que todo es irreal, de mentira, un burdo
montaje para impresionarte y que te envuelva esa ola de consumismo y
superficialidad… No obstante, lo qué está claro es que Las Vegas jamás
te dejará indiferente…