India: Lo que me traigo de vuelta en mi mochila…

 
 Foto de familia con parte de los niños y trabajadoras del orfanato, 
(Misioneras de la Caridad, Delhi)

La hermana Tina me dijo el otro día que una de las cosas que mejor les vendría a los niños como destino de los donativos que había traído de España era ropa, así que ayer me fui con dos trabajadoras del orfanato a un mercado gigantesco de Delhi y estuvimos comprando ropa para todos los niños.

 Pimki, Marisha y Pallack posando con sus vestidos nuevos

Abriendo las sorpresas…

Hoy se la hemos dado y ha sido como una gran fiesta, ha sido increíble ver las caras de alegría y de emoción de estos niños abriendo ilusionados las bolsas y poniéndose su ropa nueva. ¡Qué importante es recordar siempre estos momentos! Espero que no se me olviden si se me ocurre quejarme alguna vez de pequeñas cosas del día a día sin pararme a pensar que realmente se necesita bien poquito para ser feliz y sonreír. Si tan sólo no olvidáramos nunca estas maravillosas lecciones de vida que nos dan los niños, sobre todo estos pequeños grandes héroes. Han sido grandes maestros para mí enseñándome que tú siempre eliges la sonrisa que vas a ponerle a la vida cuando te reparte unas cartas para jugar tu partida y desde el principio llevas las de perder. Ha sido impactante para mí compartir con ellos estos días y aprender de su capacidad de superación de las dificultades y de aceptación de la realidad. Ojalá nunca se me olviden las historias de supervivencia de estos pequeños ángeles, los llevo ya en mi corazón…

 Con Pinky y Bania

 En la sala de juegos/comedor

 Con Pallack y dos trabajadoras del centro

Con Lovely, Anut y Marisha
Con una de las misioneras del orfanato

Para aquéllos que queráis ampliar información sobre la labor de las Misioneras de la Caridad, (Teresa de Calcuta), en su orfanato de Delhi, os dejo su página web:
https://www.facebook.com/pages/Mother-Teresas-Missionaries-Of-Charity-Jeevan-Jyoti-Home/301705593205917

Fundación Kamalini: empoderar a las mujeres indias…

 Con el equipo de profes de Fundación Kamalini 

Los jueves son días libres para los voluntarios en el orfanato de las Misioneras de la Caridad de Delhi, así que hoy he aprovechado para colaborar con la Fundación Kamalini. Es una fundación que se encarga de empoderar a mujeres indias a través de formaciones específicas que en el corto plazo les capaciten para poder trabajar y a largo plazo les permitan ser un poco más independientes y poder tomar sus propias decisiones. En India las mujeres en muchas ocasiones no lo tienen nada fácil para poder decidir su propia vida, con quién casarse o cómo vivir.

Coaching de equipos 

Esta fundación nació con una fantástica misión: facilitar a las mujeres el acceso a una educación práctica y apoyarles en sus iniciativas o creación de microempresas. Conocí a Fátima, su fundadora, gracias a una de esas maravillosas «casualidades» del destino, (cada vez estoy más convencida de que no existen y de que todo pasa por un motivo determinado, todo es «causal» más que «casual»). Así que nos conocimos en persona aquí en Delhi hace una semana y después de fascinarme con este proyecto que esta española fundó, quedamos en que hoy colaboraría con ellos facilitando un coaching de equipos con el equipo de profesoras de la fundación. Tengo que decir que al principio estaba un poco preocupada, ya que suelo prepararme con mucho más tiempo estas intervenciones cuando trabajo en las empresas y que además cuento con mucho más material y medios. En esta ocasión no contaba con ningún material, (cuando vine a India no contaba con hacer esto), así que me he concentrado en usar al máximo la imaginación y la creatividad para facilitar este team coaching con el objetivo de acompañar a este equipo a crear un espacio de confianza y de comunicación para que identificasen sus objetivos y fijasen su plan de acción.

Dinámica con el equipo

No os podéis imaginar lo gratificante que ha sido y lo que me alegro de que les haya resultado de tanta utilidad, como me han manifestado al terminar. Una vez más constato que cuando las cosas se hacen poniendo el corazón simplemente hay que relajarse y confiar, lo demás va fluyendo y sale solo.
Me siento muy feliz y agradecida al súper equipo de profesionales de Fundación Kamalini por esta fantástica jornada y por lo que he aprendido con vosotras.
Con su permiso comparto con vosotros algunas fotos del día.
Para aquéllos que queráis más información sobre las actividades de esta fundación y/o queráis contribuir a su trabajo con un donativo os dejo su página web: www.kamalini.org, (también los podéis encontrar en Facebook).

Cuando el amor se hace contribución: Misioneras de la Caridad, (Teresa de Calcuta)

Cartel de bienvenida en uno de los orfanatos 
de las Misioneras Caridad, Delhi

Ya ha comenzado la segunda etapa de mi experiencia en India. Sabía que iba a ser dura y he intentado mentalizarme sobre lo que iba a vivir para estar más preparada. Estas semanas conociendo el país me han permitido comprender la pobreza y la situación de millones de personas en India y sobre todo, de tantísimos niños que luchan por sobrevivir. Pero por mucho que he intentado estar preparada este primer día en el orfanato de las Misioneras de la Caridad, (Teresa de Calcuta) en Delhi ha sido difícil. He tratado durante todo el día de contener las lágrimas, pero cuando he llegado a la habitación no he podido parar de llorar durante un buen rato. Es impresionante la labor que estas ocho misioneras están haciendo aquí. Para mí ellas son ejemplo de la espiritualidad bien entendida: rezan y meditan según su credo y su religión, pero, sobre todo, actúan para ser el motor del cambio, para transformar su realidad, su entorno. Yo me quedo con eso: da igual qué religión o creencias tengas, lo que cuenta es cómo actúas para mejorar tu entorno y contribuir a la felicidad de los demás. El centro tiene capacidad para acoger 40 niños que normalmente son abandonados en las calles, casi todos ellos con discapacidad intelectual, ceguera, sordera o enfermedades graves, aunque nunca dicen que no y suelen tener acogidos más niños de los que caben.

Cuando hace una semana hablé con la hermana Tina para preguntarle cómo podía ser útil aquí y qué podía hacer, ella me contestó que podía jugar con los niños, darles de comer, pero, sobre todo quererles, darles amor, eso es lo que más necesitaban. Así que en ello he estado hoy y seguiré los próximos días. Os puedo asegurar que ese amor puro que he visto en sus ojos es lo más bonito que me voy a llevar de India. Os puedo decir también que creo que no hay mejor destino para los donativos que me habéis dado muchos de vosotros antes de venir a India, estoy completamente segura al conocer cómo trabajan y cómo se organizan estas misioneras de que darán buen uso a este dinero para continuar su labor con estos niños.
Comparto con vosotros la frase que da la bienvenida al centro y que me ha hecho reflexionar a lo largo del día de hoy: «No dejes que nadie que se acerque a ti se marche sin sentirse más feliz».

Varanasi: donde la fé puede con todo…

Amanecer en el Ganges
La India sigue fascinándome cada día. En Varanasi he comprobado, por ejemplo, cómo la fe y las creencias pueden mover montañas y hacer que uno de los ríos más contaminados del mundo y con un mayor índice de residuos fecales resulte inofensivo a las personas que se bañan en él y beben de sus aguas, (donde, por otro lado, se bañan los animales o se echan los restos de los difuntos que han recibido cremación o directamente los cadáveres de aquellos que no pueden recibir cremación, (como embarazadas, leprosos, niños menores de 12 años o fallecidos por picadura de cobra). 
Gat en el Ganges
Ganges
 Templos en Karujaho
 Karujaho
 Karujaho
 Templos Karujaho
 Templos sij
 Relieve Kamasutra, Karujaho

Relieves Kamasutra, templo Karujaho

Creo que la India te va hechizando cada vez más conforme la vas conociendo, si no te dejas sobrecoger por ese primer impacto que te golpea cuando descubres esta realidad. Pero no se puede negar que India tiene luces y sombras. Es un país fascinante, mágico, lleno de colores, olores y sabores, pero, por otro lado tiene una cara oscura que resulta muy difícil de digerir. De esa cara no puedo enseñaros fotos, porque no me siento con valor suficiente para retratarla, pero os la puedo y debo contar. Aquí he encontrado la pobreza y miseria más grande que he visto en ningún sitio. Y es especialmente duro ver cómo golpea a los niños.

Con las familias que vivían en una lavandería en Delhi

Un montón de niños solos, descalzos, deambulando por las calles, haciendo números de circo en las estaciones de tren para pedir unas monedas, mientras los viajeros los contemplan impertérritos, miles de niños vendiendo por las calles… Es algo común aquí en India. Las mujeres y las personas con discapacidades tampoco lo tienen nada fácil, por no hablar de los que han tenido la suerte de reencarnarse en esta vida dentro de la casta de los intocables. Millones de personas pasando hambre, necesidad y viviendo bajo el umbral de pobreza… Una situación inhumana que da mucho que pensar sobre nuestro mundo, nuestras escalas de prioridades y valores actuales y a qué damos importancia en nuestras vidas…

 Con una madre y su hija india
 Golden Temple, Amritsar 

Golden Temple, Amritsar

Mi viaje a Ítaca, siguiente destino: India

Bueno… Pues ha llegado el día! Allá voy, India!
Siempre me pongo nerviosa antes de un viaje pero en esta ocasión lo estoy aún más, este destino me impone bastante respeto porque creo que el choque cultural y emocional puede ser bastante más grande que en otras ocasiones. Estoy emocionada y dispuesta a vivirlo a tope, a conocer al máximo este país, mezcla de religiones y etnias y cuna de la espiritualidad. Deseando aprender de esta cultura, en un subcontinente con más de 1.000 millones de personas, empaparme de su historia, maravillas y sabiduría y de hablar y compartir con su gente, conocer sus opiniones y sus inquietudes y aportar mi granito de arena en el proyecto de voluntariado… Preparada para volver con mi mochila personal mucho más cargada de lo que la llevo, pero de cosas que pesan menos y no se olvidan nunca. 😉