*Jerusalem es un lugar sagrado para las tres principales religiones monoteístas del mundo, (judíos, musulmanes y cristianos), aunque cada religión ofrece una diferente interpretación para muchos de estos lugares. Es impresionante comprobar lo que mueve la fe. Me doy cuenta de que muchas personas, independientemente de su religión, comparten los valores principales, pero también es cierto en muchas ocasiones a lo largo de la Historia en este lugar se han cometido grandes barbaridades, escudándose en su religión.
*Es importante escuchar sin juzgar, comprender todos los puntos de vista de una situación tanto desde los judíos como de los palestinos. Incluso desde el punto de vista de las minorías, (los cristianos representan el 1% de la población con 7 colectivos diferentes).
*También estoy aprendiendo que el mundo es maravilloso en su diversidad. Que el ser árabe tiene que ver con el idioma que hablas o el ser palestino con tu lugar de origen, (no con tu religión). Por tanto hay israelíes árabes, palestinos cristianos, árabes musulmanes, israelíes católicos, judíos ortodoxos, palestinos musulmanes y muchas otras combinaciones en un territorio que puedes recorrer en menos de una hora.
*Hoy me he sobrecogido con el tremendo muro de Belén, impactante en su altura y lleno de poemas, graffitis y arte de personas que claman la libertad. Me he sentido muy pequeña recorriendo el check point que deben cruzar a diario miles de palestinos si quieren cruzar a Jerusalem, donde no pueden moverse con libertad y necesitan un permiso especial.
Seguiremos viviendo esta intensa experiencia con las personas que estamos conociendo y compartiendo vivencias, comprendiendo su cultura y su realidad.
Me encanta el eslogan del proyecto de voluntariado que estamos realizando: «Cambiando vidas, abriendo mentes». Recuerda a la famosa canción de Gloria Estefan «Abriendo puertas, cerrando heridas». 😉
Seguiré viviéndolo a tope y compartiéndolo con vosotros…