Cuzco, el ombligo del mundo

No me extraña que Cuzco, (o Cusco para los andinos), sea considerado el ombligo del mundo… Es realmente un lugar fascinante. No obstante, primero tienes que asimilar la broma con la que te recibe la ciudad, y que cada uno intenta sobrellevar con la mayor dignidad posible: tumbarte y reposar unas cuantas horas al llegar, ir a un ritmo pausado el primer día, comer ligero… y, cuando todo esto no funciona, tomar unas píldoras milagrosas contra el “soroche” que te calman ese temido mal de altura. Pero una vez salvado ese obstáculo, lo que Cuzco ofrece es maravilloso: una ciudad viva, amable, con una Plaza de Armas maravillosa, su espectacular Catedral, el Qorikancha, los mercadillos de artesanía, sus museos… 

Plaza de Armas en Cuzco

Además Cuzco es la puerta para poder descubrir el Valle Sagrado de los incas, una visita obligada para conocer la cultura inca y preinca, con lugares tan interesantes como Ollantaytambo, Pisac, Chinchero, Tambomachay, Pukapucara o Qenqo. En ellos se pueden encontrar ruinas arqueológicas que nos muestran el talento de los incas como ingenieros, arquitectos o astrónomos.

Ollantaytambo- Valle Sagrado
Al atardecer Cuzco es un lugar lleno de vida, con una oferta cultural amplia. Es muy interesante visitar el Centro Qosco de Arte Nativo, donde todos los días a las siete de la tarde se puede disfrutar de una muestra de danzas y músicas típicas de Perú. 
Danzas tradicionales en 
el Centro Qosqo, en Cuzco
Me ha encantado la visita a Cuzco, muy recomendable, sobre todo su tesoro de Machu Picchu , una experiencia para recordar toda la vida.

Recomendaciones:
* Hospedaje: Hostal Mallqui, calle Nueva Alta, 444, Cusco.
* Restaurante: La Pucara, calle Plateros, Cusco

Machu Picchu: Santuario sagrado de los incas

Tiene guasa la cosa. Se supone que esto es lo primero que escribo sobre el primer destino de mi viaje: Perú. Y resulta que no estoy segura de ser capaz de transmitiros con palabras lo que he sentido en Machu Picchu. Pues sí que empezamos bien. Y la verdad es que ya me lo habían advertido previamente: que si “no se puede explicar con palabras”, que si «hay que vivirlo para poder entenderlo”… En fin, que no se exactamente si es la concentración de energía, magnetismo de los materiales utilizados, los enigmas que rodean la construcción de esta maravilla, el que sea considerado un lugar sagrado para los andinos, la propia magnitud de la construcción o la belleza del lugar.. El hecho es que te quedas literalmente con la boca abierta. No en vano es el lugar mas visitado de Latinoamérica, considerado una de las Maravillas del Mundo desde el 2007, y uno de los tres caminos mas recorridos del mundo, (Camino Inca).  Para Perú el turismo a Machu Picchu supone la tercera fuente de ingresos más importante, después de la minería y la pesca, y unas 5.000 personas visitan diariamente este santuario.

Santuario Sagrado de Machu Picchu,
una de las Siete Maravillas del Mundo

Lo mejor de esta visita es descubrir junto a un buen guía (se puede contratar directamente en la entrada de Machu Picchu los servicios de uno), los secretos que envuelven este lugar. José Luis, nuestro guía, era antropólogo y nos ha hecho vibrar a todo el grupo con sus detalladas explicaciones. No hay que perderse el momento en el que te descalzas, estas en contacto con el suelo de Machu Picchu y te dejas envolver por la magia y la energía. O el momento en el que vas tocando las piedras gigantes con las que construyeron los templos y las casas y notas los miles de años de historia que llevan consigo… Impresionante vivencia!! Magnifico también el paseo en tren hasta llegar al santuario, la compañia que lo gestiona es Perurail,(www.perurail.com).