Acaba hoy mi etapa en Estados Unidos…me llevo la mochila cargada de
emociones, de experiencias, de vivencias muy intensas, he disfrutado a
tope de mi etapa aquí. Ha sido un destino en el que he visto situaciones
fuertes en las que el ser humano puede encontrarse, (sobre todo en mi
primer destino, Las Vegas). He visto de cerca personas que estaban en
situación límite debido a las drogas, al alcohol, al juego… Todo esto
da mucho que pensar: un lugar que es como un parque temático para
adultos donde todo está permitido, totalmente contrario al espíritu
puritano que invade al resto del país. Es un lugar donde se puede beber y
fumar en la calle, dentro de cualquier tienda, hotel o lugar público,
se puede ir desnudo o vestido de forma obscena, ofrecer los servicios de
prostitución por la calle con tarjetas y carteles…aunque está
prohibido sentarse en la acera o pedir limosna. Allí he visto también
discusiones fuertes entre personas a causa del dinero, del juego,
incluso personas apostando y jugando en varias máquinas a la vez,
gastando miles de dólares en pocas horas… Los hoteles y casinos no
tienen ventanas, entre otras cosas, para evitar que los huéspedes se
suiciden ahí. Hay un índice elevadisimo de suicidios en Las Vegas que se
oculta y no sale en los medios de comunicación, para no empañar la
imagen de paraíso ideal que pretende dar.
Por otro lado, en este país he tenido la suerte conocer a gente
maravillosa con la que compartido experiencias y conversaciones que me
han permitido aprender mucho. Incluso he vivido algún momento mágico, de
esos que yo llamo «causalidades» de la vida… Hay uno que me
impresionó mucho: En Quito conocí a una chica muy maja, Tee, ella es
afroamericana y vive en Oakland, cuando estuvimos juntas en Ecuador
quedamos en que nos veríamos en San Francisco, (ella vive a media hora
en tren). Resulta que nos mandamos varios mensajes pero no habíamos
concretado cuándo vernos. Hace tres días salí con un amigo del hostel a un bar a
tomar algo, en San Francisco, (en un población con cerca de un millón de
habitantes podéis imaginar que hay muchos bares y restaurantes)…. Lo
habéis adivinado, me encontré con Tee de casualidad en el bar… cuando
nos vimos no podíamos creerlo, la última vez que nos
vimos fue en Quito…Si hablamos de probabilidades estadísticas, cuáles
había de encontrarnos al azar en una ciudad como San Francisco? Menos
mal que la vida no entiende de probabilidades y sí de conexiones y de
que siempre todo pasa por algo… bueno, o al menos, eso creo yo…
experiencias
San Francisco, una ciudad que te enamora…
No tenía muy claro si llamar a este post «la ciudad de la niebla» o «la ciudad de las cuestas gigantes», creo que ambos aspectos la definen. Pero, tal y como me advirtió mi buen amigo Hans, al cabo de unos días viviendo en esta ciudad acabas irremediablemente enamorado de ella.
San Francisco es una ciudad viva, llena de novedades cada día, que seduce por sus edificios, sus parques, sus rincones para pasear, su gente y su calidad de vida.
Intenté ver en tres ocasiones el famoso Golden Gate Bridge, y me resultó imposible por la niebla hasta el cuarto día… aunque, como si se tratase de una novia que hace esperar a su amado en el altar y, cuando llega, está tan radiante y bonita que todo se le perdona, me quede fascinada cuando lo ví resplandecer delante de mí.
Uno de los sitios más dinámicos de la ciudad es el Pier 39, un muelle donde hay un montón de restaurantes, sobre todo de marisco, de cafeterías y, sobre todo, mucha animación. No hay que perderse los cocktails de gambas, o el clam chowder, que es un pan redondo que rellenan con una especie de sopa de marisco. Del Pier 39 parten varios tours para visitar Sausalito, Tiburón, Muir Woods, o el Golden Gate Bridge.
* Alojamiento: Amsterdam Hostel, 749 Taylor Street.
Reflexiones de una viajera
Hoy no voy a hablar de ningún lugar en concreto, sino de algunas reflexiones que me gustaría compartir con vosotros. Estoy en el ecuador de mi viaje, ya llevo un mes y medio viajando con mi mochila, conociendo lugares fantásticos y ciudades maravillosas. Pero lo que más me está enriqueciendo en este viaje es, sin duda, la gente y los amigos que estoy conociendo en el camino. Las conversaciones compartidas con ellos no tienen precio, son momentos únicos que me están permitiendo aprender muchísimo con y de los demás.
Como me dijo un buen amigo, Javier, antes de emprender este viaje… Es una peregrinación, un viaje de descubrimiento, tenía toda la razón, está resultando una vía de conocimiento de mí misma, a través de los demás, hacia fuera y hacia dentro al mismo tiempo. He compartido momentos de conexión, por ejemplo, con una familia ecuatoriana, hablando de la situación social y política de su país, con una amiga de China que vive en Washington hablando de la realidad laboral china o con una amiga de Guatemala sobre la situación de la mujer en su país.
Creo que en la vida es importante pararse a pensar, de vez en cuando, dónde estamos y hacia dónde queremos ir… Cuestionarnos si lo que estamos haciendo, o lo que somos, es lo que realmente queremos ser y hacer. Esto es algo que he compartido con muchos viajeros, y en muchas ocasiones hemos coincidido que el viaje nos está permitiendo «tomar perspectiva» de nuestra vida, poder analizar y poder elegir hacia dónde queremos dirigirnos. Qué curioso, aunque no es siempre necesario emprender un viaje, el tomar esa distancia quizás ayuda a enfocarse mejor. Conocer otras formas de ver la vida, otras culturas, algo más allá de los «muros de tu jardín»… Y, de nuevo, hace falta saltarse las normas, salir del camino convencional, y, por supuesto… lidiar con las barreras que nos podemos encontrar para ello. Cuando te sales del camino que los demás «esperan que sigas» tienes que estar preparado para tener que responder a personas que van a verte raro, diferente… De todas las veces que he tenido que enfrentarme a esta situación me hizo gracia la que que viví en un aeropuerto en USA, donde el policía del control de pasaportes, (se escudan en su situación de poder que les da supuestamente derecho a preguntar todo lo que se les ocurra…) empezó a cuestionarme por qué viajaba sola… Mi respuesta no pudo ser más sencilla… Y por qué no? El sonrió, pero quiso seguir indagando: No tienes marido que te acompañe? No tienes hijos? Cuando respondí que no, el fue más allá: Y no te importa? (imagino que esto lo preguntó ante mi gran sonrisa y mi cara feliz). Comprendí que era un poco absurdo intentar explicarle a este buen hombre que no me hacía realmente falta para ser feliz, pero me resulta curiosa esta cuestión… a lo que se considera «cierta edad», el salirte de lo convencional, de lo establecido, puede parecer «raro». Creo que hay muchos caminos para ser feliz, no existe solo una opción, y no es, por supuesto, la misma para todos. Lo importante es ser feliz con la opción que tu elijas, no elegir la que se supone «que te corresponde» . Me queda la duda de si este policía le hubiera preguntado lo mismo a un chico de mi edad viajando solo… Es cierto, que también, ante mis respuestas, lo único que el me dijo fue… «Tienes suerte, yo estoy casado y con hijos y no voy a poder viajar a Francia, que es lo que siempre he querido hacer». No digo que una opción sea mejor que otra, simplemente son diferentes.. Sólo que no juzguemos lo que «debería ser», hay tantas opciones como queramos, y somos cada uno de nosotros los que elegimos… sabiendo además que, cuando queramos, podemos cambiar la dirección de nuestras vidas y tener nuevas prioridades e ilusiones.
Las Vegas, living la vida loca…
Puede que te enganche su
despliegue de lujo, la ostentación de la que hacen gala los hoteles y
casinos, el derroche de placer para los sentidos, o que te agobie esa
sensación de artificialidad, de que todo es irreal, de mentira, un burdo
montaje para impresionarte y que te envuelva esa ola de consumismo y
superficialidad… No obstante, lo qué está claro es que Las Vegas jamás
te dejará indiferente…
habitantes que tiene más de 150 hoteles, muchos de ellos de lujo y con
capacidad para miles de personas, (su hotel-casino más grande, el
Caesar’s Palace dispone de 7.000 habitaciones).
En Las Vegas se pueden escuchar las canciones de los gondoleros que
pasean sus góndolas por los canales del Venezian Hotel, admirar réplicas
de la Fontana di Trevi o el David de Michelangelo en el Caesar’s
Palace Hotel, ver la Estatua de la Libertad o Little Italy en el New
York, New York Hotel o la Tour Eiffel en el Paris Hotel, todo ello sin
salir de la misma avenida.
espectáculos gratuitos: la erupción de un volcán en Le Mirage Hotel, un
abordaje de piratas con efectos pirotécnicos en el Treasure Island Hotel
o una preciosa combinación de luces, música y agua en las fuentes del
Bellagio Hotel.
mí me ha impactado muchísimo… un enorme índice de vagabundos, de
drogadictos deambulando por las calles, prostitución, drogas y alcohol
como nunca antes había visto… y muchas personas que no pueden
controlarse y pierden miles de dólares en una sola noche.. «What
happens in Las Vegas stays in Las Vegas»… No lo creo…
Fin de mi tercera etapa (Guatemala)
Alejandro (México)
La Antigua, pintoresca ciudad Patrimonio Mundial
historia, y la primera de ellas fue la que ahora se conoce como La Antigua, que
fue arrasada por sus cercanos volcanes en varias ocasiones. Por ello tuvo que cambiarse
su ubicación, y además, ése fue uno de los motivos por los que se cambió también la capital a Ciudad de Guatemala. De ahí viene el nombre de la capital vieja o “La Antigua”.
Es una preciosa ciudad, muy colorida, con muchas iglesias coloniales muy
bonitas, (San Francisco, Capuchinos, Santo Domingo, San Jerónimo, La Merced),
bonitos parques y rodeada de volcanes, (Volcán de Agua, Volcán de Fuego).
vivos, adornadas con balcones y ventanas de forja y llenas de flores, (dice la
tradición que antiguamente los padres ponían flores para impedir que los pretendientes
de sus hijas pudiesen hablar con ellas por las noches a través de los balcones).
alto del Cerro de la Cruz y del Cerro de Santo Domingo.
muestra de danzas indígenas, muy interesantes de ver y que muestran la música y
costumbres mayas.
La gastronomía ecuatoriana, una delicia de sabores…
*Restaurante: Mama Clorinda, calle Reina Victoria, al lado Plaza Foch.
Quito, la bella ciudad Patrimonio Mundial de la Humanidad
alto de Cruz Loma
Islas Galápagos, el paraíso natural de especies únicas en el mundo
Me he quedado fascinada con esta maravilla de la naturaleza, considerada uno de los Patrimonios Naturales de la Humanidad. Las Islas Galápagos fueron descubiertas en 1535 por fray Tomás de Berlanga y, 300 años más tarde, un joven Charles Darwin llegaría a ellas. Años más tarde, con la información recopilada y los estudios realizados, publicaría su Teoría de la Evolución de las Especies.
Están formadas por 13 islas más grandes, 6 menores y más de 100 islotes y rocas. Sólo 5 de estas islas están pobladas y el 97% de la superficie total es Parque Nacional. El 30% de las especies son originarias de Galápagos.
La mejor forma de conocer las islas es en barco, yo he podido visitar la isla de Santiago, (Puerto Egas, playa Espumilla, Bucaneer Cove), la isla Bartolomé, (Sullivan Bay), la isla North Seymour y la isla Santa Cruz, (Los Gemelos, Reserva de Tortugas Gigantes El Chato).
Es maravilloso poder observar las especies endémicas, algunas de ellas en peligro de extinción, en su propio hábitat: las tintoreras, las tortugas gigantes, los leones marinos, los piqueros de patas azules, los pingüinos, fragatas, cormoranes, pinzones, flamencos…
Una de las mejores experiencias que me llevo ha sido hacer snorkel en las diferentes islas y poder extasiarme con la fauna y flora marina: nadar con tortugas y leones marinos, ver peces de mil colores, pingüinos, estrellas de mar… hasta tiburones! Uno de ellos me dio un pequeño susto y se puso en vertical a unos treinta centímetros de mí, (era una tintorera de unos dos metros…)…salimos corriendo del agua, afortunadamente es una anécdota más para mi mochila… Ha sido un destino que no olvidaré en mi vida!
Recomendación:
* Alojamiento: Hotel Lirio del Mar, Santa Cruz.
* Tour Islas Galápagos: www.galapagos-cruises.ca
Guayaquil, la gran urbe ecuatoriana
Con más de cuatro millones de habitantes, Guayaquil es la ciudad más grande de Ecuador, mayor incluso que la capital del país, Quito.
Guayaquil es una ciudad muy viva, con zonas muy modernas y con varias visitas interesantes: la Catedral, el Malecón, el Parque de las Iguanas, el cerro de Santa Ana…