Reflexiones de una viajera en Colombia

Estoy a punto de acabar mi aventura colombiana, esta noche ya vuelo hacia España, lo cual en sí mismo casi es una aventura, va a ser un viaje largo (Bogotá- Dallas- Douglas- Madrid- Zaragoza).
Me voy inmensamente feliz de haber vivido una experiencia tan intensa y enriquecedora en este fabuloso país y me siento afortunada de haber llenado mi mochila de descubrimientos y recuerdos tan bonitos. Colombia me ha ganado el corazón. Sabía que me iba a encontrar lugares paradisíacos, naturaleza salvaje, ciudades efervescentes y hermosos pueblos coloniales, pero con lo que no contaba es con haber conocido personas tan increíbles, que me han abierto las puertas de su casa y de su corazón como pocas veces me he encontrado.

 Plaza de Zipaquirá
Plaza principal en Villa de Leyva, con Luli y Jaime 

Catedral de Zipaquirá, 
(una de las maravillas del mundo moderno)

He tenido la gran suerte de conocer en este viaje amigos y viajeros de muchísimos países, (Canadá, México, Ecuador, Perú, Argentina, Estados Unidos, Francia, Israel, Lituania, Alemania, España, Inglaterra, Holanda…) con los que he compartido inquietudes y emociones en conversaciones, cenas, cervezas o «tinticos», (cafés). 

Con Jaime y Luli en Villa de Leyva 
 Con Nohora, Astrid, Orlando, Jaime, Amparo en el restaurante 
Andres carne de res, muy famoso en Bogotá
Con Jaime y Amparo

Pero sobre todo me siento enormemente agradecida a los amigos colombianos que he hecho en este viaje. He descubierto a personas de gran generosidad, que me han arropado y cuidado como si se tratase de mi familia y con los que ya tengo uno de esos vínculos especiales, casi «mágicos» que ocurren en ocasiones cuando conectas de verdad, con la «esencia» y te olvidas de diferencias culturales o de cualquier tipo. Eso es para mí la riqueza enorme que me da viajar de la forma en que lo hago. 

 Con mi «familia colombiana»

Una vez más vuelvo a constatar que da igual en que país del mundo hayas nacido, eso es algo circunstancial, la esencia del ser humano es la misma, es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia, independientemente de nuestra cultura, raza, ideologías, etc.

Ojalá el pueblo colombiano pueda alcanzar pronto la solución a sus principales inquietudes. Por supuesto, en primer lugar, como todos ellos transmiten: la paz. Sesenta son muchos años de estar deseando que la situación de conflicto acabe y puedan vivir con tranquilidad en su país. Deseo de corazón que el 2 de octubre puedan celebrar que finalmente la paz es una realidad. Ha sido mucho dolor, pérdidas humanas y miedo lo que han vivido en estos años… Una vez alcanzado este reto podrán concentrarse, como ellos dicen, en sus siguientes preocupaciones, (la corrupción, el narcotráfico) y poder alcanzar el esplendor y el desarrollo que se merece este país que sólo desea vivir en paz y que dejemos de juzgarles y ponerles a todos la misma etiqueta simplemente por ser colombianos.
No, no todos los colombianos son narcotraficantes ni toman drogas. En mi experiencia, la gran mayoría de los colombianos que me he encontrado son personas amables, generosas y de buen corazón.
Muchísimas gracias a todos los amigos que he conocido en este viaje por hacerlo tan especial y, sobre todo, gracias a Nohora, Jaime, Amparo, Orlando, Astrid, Manuel, Carlos, por haber sido mi familia en estos días… ojalá nos volvamos a encontrar en el camino de la vida…
Con Nohora

Continuando mi viaje a Itaca…

Es tan sólo una pequeña muestra de lo que va a llenar mi mochila en la siguiente etapa de mi viaje a Ítaca. Y es que, como me dice mi buena amiga María, el año pasado simplemente fue el comienzo, arrancando un sueño que va a durar toda mi vida. Espero que haya muchas Ítacas en mi vida, muchos viajes de aprendizaje, de descubrimiento, cúmulos de experiencias y sensaciones vividas a través de los ojos y de las emociones compartidas con tantas y tantas personas que voy encontrando en mi camino.
Preparando mi mochila para Etiopía
En tan sólo diez días emprendo rumbo a mi siguiente Ítaca.
Es un viaje diferente al que emprendí hace un año, aunque ambos tienen en común
que voy a vivir una gran experiencia y que voy a salir de nuevo de “mi zona de
confort”. En esta ocasión voy a Etiopía, a aportar mi pequeño granito como
voluntaria en varios proyectos con los que colaboro. Siento la necesidad de vivir
lo que ellos viven, poniéndome literalmente en los “zapatos del otro”, porque
creo que es la forma de interiorizar y asimilar de verdad las situaciones que
se viven en otros países donde no son tan privilegiados como nosotros somos. Quiero
sensibilizarme, empaparme de esa situación y luego ser capaz de trasmitirla, de
contarla en mi entorno.. ¿me acompañas en este viaje?
Formación con amigos de Dakar (Senegal)

Y aunque sé de sobras que lo que voy a recibir va a ser
mucho más de lo que voy a poder ofrecer, espero poder gestionar las emociones
que voy a sentir, ése creo que va a ser el primer reto que tendré que afrontar.

Una vez más, estoy segura de que vendré con mi mochila mucho
más llena, no con peso, sino con experiencias y vivencias que me harán aprender…
Con niños en un cole en Dakar, (2012)

Fin de mi novena y última etapa (Tailandia)

En este destino he tenido la suerte de encontrarme con algunos ángeles,
que me han ayudado en alguna situación un poco más complicada, y que me
han hecho afianzarme en la idea de que lo más importante es creer siempre
que todo ir
á bien, confiar en la vida. De nuevo, las personas y las
relaciones que he podido entablar en mi camino es lo más bonito que,
afortunadamente, me llevaré de vuelta a casa en mi mochila…

Con New, en Bangkok
En Bangkok, con Ami y
 Saori, (Japón)
Con Mady, (Pakistán), en Bangkok

En Bangkok, con Alvaro y 
Yasmina, (Madrid)

 Con Nadine (Inglaterra), en Chiang Rai

Con una estudiante tailandesa en el 
templo del Buda esmeralda, Bangkok

Chiang Rai, en la frontera natural tailandesa del río Mekong…

Una de las paradas interesantes en el camino de Chiang Mai
a Chiang Rai es el Templo Blanco, es espectacular ver los destellos de colores
que producen sus cristales y pequeños azulejos a la luz del sol…
El camino de entrada al Templo es una alegoría de las almas que están en el infierno y quieren escapar. El templo representa el nirvana.
 Templo Blanco
 Entrada al Templo Blanco
Chiang Rai es la población que limita en
el norte de Tailandia con otros dos países, Myamair, (antigua Birmania) y Laos.
Desde ahí se puede observar el Triángulo de Oro, un pequeño islote triangular
donde se comerciaba unas tres o cuatro veces al año, durante la estación seca,
(durante la estación de lluvias ese islote desaparecía por la crecida del río
Mekong), y la moneda de cambio era el oro, de ahí que se le conozca como el
Golden Triangle. 


 Golden Triangle, (Myamair,
 Laos, Tailandia)
En esta zona Tailandia hay también, por tanto, una gran mezcla
de diferentes etnias.
Conociendo las costumbres de
 la tribu de Akha

La gastronomía tailandesa, un espectáculo de aromas, texturas y colores

Exquisita, variada, con multitud de texturas y sabores riquísimos, no
en vano es una de las más reconocidas del mundo. No hace falta ir a
restaurantes de lujo para saborear una comida buenísima, incluso en la
multitud de puestos callejeros que llena Bangkok se puede apreciar su
cocina rica y sabrosa. El plato estrella, los fideos, en multilples
formas y mezclados con verduras, pescado, carne, pollo, marisco…
Sopa tailandesa de fideos, albóndigas 
de carne y verduras

Fideos, verduras y pollo

 Fideos de arroz, soja germinada,
cerdo y cacahuetes…muy rico!

Rollitos tailandeses

Fideos fritos con tofu, gambas, 
soja germinada y cacahuetes…delicioso!

Fin de mi octava etapa, (Vietnam)

He encontrado de nuevo en este país gente maravillosa con la que he tenido
la suerte de compartir experiencias, inquietudes y conversaciones. Es curioso,
pero cuando se viaja, sobre todo al viajar solo, se establece un vínculo
especial con las personas con las que conectas en el camino, y abres tu corazón
con más confianza, teniendo conversaciones en tan sólo un día que de otra forma
tardarías mucho mas tiempo en tener. Es maravilloso esa capacidad de abrir
nuestro corazón, hablar sin miedos, sin temor al que dirán… se es un poquito
más “uno mismo”, pues sabes que los amigos del viaje no te conocen, no te van a
juzgar, y se crean vínculos especiales…
Con amigos de Israel, Holanda, 
Francia, Vietnam y España
Con Desi, en Halong

Cenando con Samantha en Hanoi
Con Ana, Jose y Samantha en Tam Coc
Con unos estudiantes 
en las calles de Hanoi
 En el Fullmoon Festival
Fullmoon Festival en 
Dong Xuan, Hanoi

Fin de mi sexta etapa (Malasia)

Han sido sólo
cinco días los que he estado en este país, en su capital, Kuala Lumpur, pero
este tiempo me ha bastado para descubrir un lugar único, muy recomendable para
visitar, con una gran diversidad cultural y también con paisajes, playas y
rincones ideales para perderse y desconectar. 

De nuevo me llevo una grata
experiencia del contacto con la gente que he conocido en mi camino por este país.
Tengo que reconocer que venía con algún prejuicio sobre el carácter de los
musulmanes, y de nuevo se rompen mis esquemas, la gente que me he encontrado se
ha desvivido por ayudarme y por hacerme sentir como en casa… 

Con Julia (Alemania), en Chinatown

 Con una familia hindú en las Batu Caves

 Con una chica hindú en la Cueva Templo

Malaca, el pueblecito rojo Patrimonio Mundial de la Humanidad…

A tan sólo un par de horas en autobus desde Kuala Lumpur se encuentra Malaca, un precioso pueblecito que fue fundado por un principe hinduísta, fue protectorado chino, colonia portuguesa, holandesa y después británica… Enfin, que gracias a todas esas influencias tiene una mezcla de estilos que se reflejan en su arquitectura, en su gastronomía y en el ambiente que se respira en sus calles. Merece una visita, en especial su animado Chinatown, con unos restaurantes y cafeterías muy pintorescos, su plaza Town Square, su paseo marítimo y sus iglesias y templos.

Vistas desde el puente de Malaca
Town Square
Taxi en Malaca
Entrada a Chinatown, Malaca
Recomendación:
* Cafetería: Jalan Hang Lekiu, 9, Malaca.

La gastronomía malasia, espejo de su diversidad…

Toda la
diversidad cultural que encontramos en Kuala Lumpur se refleja en su gastronomía,
una mezcla resultante de  las influencias
de cocina china, hindú, pakistaní, malaya, etc.

Hay una
cosa que tienen en común… las especias y el picante.
Noodles con calamar
Noodles con cebolla y soja
Comida india a base de 
noodles, tofu, cebolla
Naan bread indio con 
queso, exquisito!

Chinese Chopsi, comida vegetariana 
en un restaurante indio

Postres indios, a base de leche, 
arroz, chocolate y coco… deliciosos!

Recomendación:
* Restaurante:
   * Kim Lian Kee Restaurant, Jalan Petaling 49, Chinatown, Kuala Lumpur.
   * Sangeetha Vegetarian Restaurant, Lebuh Ampang 65, Kuala Lumpur.
   * Limau-Limau Cafe, Jalan Hang Lekiu 9, Malaca.

Bali (II), continuación…

Creo que
Bali bien merece un doble capítulo, y es que no me gustaría dejar de recomendar
algunos sitios que me han impresionado y que creo que son visitas muy
interesantes si se disfruta de unos días en Bali. 
Atardecer en el Templo Tanah Lot
El jardín botánico de Bali es
muy bonito, con una zona especial dedicada a las orquídeas y con muchas
estatuas con motivos balineses. 

 Botanic Garden
Estatua Botanic Garden

También son unas visitas muy recomendables el
Palacio del Agua y el Lago Beratan, uno de los más importantes de la zona,
junto con los Lagos Gemelos.

 Fuente principal Palacio del Agua
Palacio del Agua
Lago Beratan

Para los
amantes del buceo y el submarinismo una playa que a mí me ha encantado ha sido
la de Amed, puedes hacer snorkel viendo una gran zona de coral precioso sin
alejarte casi nada de la orilla. En esa playa se pueden observar fácilmente, entre otros peces, b
arracudas, peces tigre, peces globo, peces mono,
peces loro y mahi-mahi.

 Playa Amed, rica en coral

Recomendación:
* Alojamiento:
   *Divers Bungalows, Amed Beach, Jemeluk, Karangasem, Bali.
   *Eka’s Home Stay, Jln. Sriwedari, No.8, Taman Ubud, Bali.
* Tours service: Wayan Eka, wayaneka2004@yahoo.com