Entre todos podemos hacer grandes cosas…

Bueno, pues parece que mi etapa en Costa de Marfil va llegando a su fin. Me siento satisfecha, (por haber cumplido el plan de trabajo establecido), feliz, (por la gente que he conocido y las vivencias compartidas), cansada, (ha sido un ritmo bastante alto) y llena de fuerza, (ésa que me han contagiado las mujeres increíbles que he tenido la suerte de conocer). Han sido semanas muy intensas, hemos podido realizar 12 formaciones en las que han participado más de 100 mujeres.


Por otro lado, os confirmo que lo recaudado de las personas que me hicisteis llegar vuestra contribución va a cubrir como beca los estudios del año que viene de tres chicas que quieren labrarse un futuro como Cocineras, (he conocido hoy a dos de ellas y os pongo sus fotos abajo):

  • Germaine, que tiene 20 años, y el año próximo hará segundo curso de BT Cuisine.
  • Laurainne, tiene 19 años. Son 10 personas en su casa, (sus padres se hacen cargo de 2 sobrinos además de sus 6 hijos). Su sueño es ser chef. Hará también su segundo año de BT Cuisine en Ecole Yarani.
  • Alix, tiene 22 años y hará su primer curso de BT Cuisine. Su sueño es poder ir a otro país y empezar siendo cocinera y luego quizás montar su propio negocio.
    Os transmito de su parte su agradecimiento por vuestro apoyo en su formación, de otra forma hubieran tenido que seguir posponiendo su educación hasta poder reunir los fondos necesarios.
    Entre todos podemos hacer grandes cosas…
    «Sé el cambio que quieres ver en el mundo», Gandhi

Yamussukro, la capital oficial que no lo es…

Ha terminado mi estancia en Yamussukro, (capital política y «oficial» de Costa de Marfil) y he vuelto hoy a Abidjan, (la que es, a efectos prácticos, la verdadera capital administrativa del país). Durante estos dos días en Yamussukro he tenido la oportunidad de acompañar en varias formaciones a otras 20 grandes mujeres. Como me viene ocurriendo desde que pisé Costa de Marfil el primer día, gracias a este proyecto que estoy haciendo, centrado en el desarrollo y empoderamiento de mujeres, no paro de asombrarme de las mujeres increíbles que estoy conociendo. Me quedo sin palabras cuando voy descubriendo y escuchando las historias de sus vidas. Algunas de ellas son refugiadas que tuvieron que salir corriendo de su país por encontrarse en peligro de muerte. A otras sus familias les han echado de casa por no tener marido. A otras sus padres les han propuesto prostituirse para llevar dinero a casa y tienen las puertas de casa cerradas hasta que lo hagan.

Culturalmente aquí la opinión de la familia, (y sobre todo de los padres) tiene mucho impacto en las hijas, por el tradicional respeto que están obligadas a tenerles). Pero todas estas mujeres tienen en común que han elegido su vida. Ellas han decidido su propio camino. Con fuerza, con valentía, con firmeza. Eso hace que algunas hayan comenzado un nuevo camino solas. A algunas su familia o la sociedad les repudia. Otras, cuando se negaron a la propuesta de sus padres a ejercer la prostitución, se quedaron sin un lugar donde dormir ni un techo para resguardarse, con sus cosas metidas en una bolsa. Otras dejaron a su familia en su país por huir y poder seguir con vida. Otras no saben leer ni escribir, pero han conseguido aprender un trabajo y sostienen ellas solas a toda su familia. No me preguntéis de qué pasta están hechas, porque no lo sé. Sólo sé que aún no he escuchado de ninguna de ellas ni una sola queja, ni un reproche. Sólo sé que tienen muchas ganas de aprender y que miran mucho al futuro pero, sobre todo, miran al presente. Sólo sé que lo que aprendo y me emociono a su lado me vale todos los masters que se pueden estudiar en una escuela. Que hablar con ellas me recoloca internamente y reordena mi escala de valores. Que me siento tremendamente afortunada de la vida privilegiada que disfruto, pero que, a la vez, me doy cuenta de que tengo una enorme responsabilidad de compartir parte de mi suerte. Me siento agradecida, una vez más, por parar y tomar conciencia. Por pensar en lo que importa en mi vida y lo que no. Por reafirmarme en hacia dónde quiero ir y cómo. Por saber que todas compartimos esa fuerza interior y que «si queremos, podemos».
Gracias a todas estas mujeres maravillosas por ser grandes maestras de vida.

El gran día llegó, recibir y aportar…

Ayer fue un día muy especial. Desde que llegué a Abidjan por la tarde estoy muy cansada, floja de ánimo, con dolor de espalda, (me han explicado que es a causa de la medicación contra la malaria que estoy tomando, que te hace tener los mismos síntomas que la enfermedad, aunque mucho más atenuados y sin fiebre). Pero ayer fue diferente. Estoy segura de que fue por el subidón de energía que tuve durante el día. Tuve la oportunidad de compartir una formación sobre empleo y desarrollo de competencias con 25 mujeres. 25 mujeres empoderadas, llenas de fuerza y con ganas de liderar su vida y tomar sus propias decisiones. Os aseguro que esto no es nada fácil aquí. Son estudiantes universitarias, profesoras y coordinadoras de formación de grupos de mujeres sin formación pero que quieren aprender a ser autónomas y no depender de otros. Mujeres que no lo han tenido fácil para llegar donde están, pero que quieren opinar, que se les escuche, que se tenga en cuenta lo que piensan. Me emociona ser testigo de su fuerza y su valentía, en un camino que en otros países tenemos ya más fácil y aquí todavía está por hacer. Algunas veces me han preguntado cuáles son los mayores retos en mi trabajo y siempre digo que estos momentos son para mí los desafíos más grandes y más bonitos. Comprobar la pasión, la fuerza y las ganas de cambiar el status quo que tienen estas mujeres me revuelve muchas cosas por dentro y me ofrece muchas lecciones de superación y aceptación que me llevo en mi mochila. Aceptación (sin queja) pero con ganas de contribuir a la solución, (no al problema).


Seguiré aprendiendo de mis maestras en los días que me quedan en Costa de Marfil 😊😊
Esta tarde salgo de viaje a Yamussukro, la capital del país, para impartir allí formaciones con otros equipos de la entidad, os iré contando…
Comparto con vosotr@s algunas fotos de los momentos que estoy viviendo aquí… Un abrazo grande!

Primeros días en Costa de Marfil

Están siendo unas jornadas de mucha actividad desde que llegué a Abidjan. Siempre me ocurre en estos proyectos que quiero aprovechar y exprimir tan intensamente cada minuto que acabo agotada al final del día. A eso hay que sumarle las horas de viaje, (14 para ser exactos, desde que salí de Zaragoza el sábado por la mañana hasta que salí la madrugada del domingo del aeropuerto de Abidjan tras hora y media de trámites de visado), la diferencia de clima y humedad, el revoltijo de estómago con las pastillas contra la malaria y la adaptación de los primeros días a la cultura, el idioma y el ritmo del país. Estoy cansada y muy feliz. Como siempre me ocurre en África, con tan sólo cuatro días aquí ya he caído rendida ante la generosidad y hospitalidad de la gente que estoy encontrando. Me siento privilegiada de poder compartir conversaciones sobre nuestras preocupaciones, ilusiones y valores en torno a un plato de atoukpou, (comida típica hecha con mandioca) o bebiendo una infusión de citronnella.
Estoy aprendiendo como uno de los países más prósperos de África sufrió un gran retroceso en su economía a causa de la guerra, que sumió al país en una época horrible, (del 2002 hasta el 2011), donde salieron muchísimas empresas de países como Francia y Suiza, que habían contribuido (y beneficiado) de ese desarrollo y como poco a poco van levantando la cabeza y superando ese parón, desde hace unos años. Falta mucho por hacer, aunque los marfileños que estoy conociendo tienen muchas ganas, ilusión y determinación.
Estoy disfrutando mucho con las formaciones que estoy facilitando a los equipos, comparto con vosotr@s algunas fotos.


Por cierto, os adelanto una noticia: los donativos que me disteis van a servir para ofrecer 3 becas de estudio a tres chicas en la Escuela de Formación Profesional Yarani, que habían pospuesto su formación por no tener el suficiente dinero ahorrado, (aunque es un precio «simbólico», se les pide que cubran parte de la formación). En cuanto sepa más detalles os los transmito.
Un abrazo enorme y gracias por acompañarme!