Florencia: la ciudad museo, cuna mundial del arte…

 Simplemente perfecto! 
David, de Miguel Angel
 Impresionante… Músculos, venas, 
parece que respira..
 Piazza del Duomo
 Rapto de las Sabinas
 Piazza della Signoria
 Galería de la Academia
 Sin palabras… Copia del David al fondo y Perseo 
decapitando a Medusa, Piazza Signoria
 Me alucina la mano… ¿Cómo pudo hacer 
Miguel Angel esta obra de arte… en mármol?
 Ponte Vecchio, Florencia
Duomo
Ando por Florencia, enamorada más de lo que estaba ya de esta ciudad, (para mí es el lugar más intensamente artístico que conozco).

Se me había olvidado lo «galantes» que son aquí… Hoy me han invitado a un café y unas galletas por ser una bella signorina…
Creo que podría acostumbrarme a vivir en una ciudad así…
He disfrutado como una niña con zapatos nuevos en la Galería de los Uffizi… Para los frikies de los museos (como yo) comparto aquí algunas obras maestras… Que las disfrutéis!

 «Anunciación», Leonardo
«Flora», Tiziano
 «La Anunciación», Botticelli
«Madonna con il bambino e due 
angeli», Filippo Lippi
 «Alegoría de la Caridad», Salviati
Ponte Vecchio, Florencia
 «El nacimiento de Venus», Botticelli
 Atardecer desde el puente Vecchio
 Vivoli, una de las mejores heladerías de 
Florencia 😉 Recomendable probar el helado de 
pera y caramelo o el de crema de naranja…
 Hermafrodita
 «La primavera», Botticelli
«Los Duques de Urbino», Piero della Francesca

Recomendaciones Florencia:
– Alojamiento: Plus Florence Hostel
– Restaurante: Da Pennello, via Dante Aligheri 4.

Cinque Terre: los pintorescos pueblos costeros italianos que puedes recorrer en un día…

Riomaggiore

 Riomaggiore

Como suele ocurrirme en los viajes, estos días estoy conociendo a personas de muy diversas culturas y países y disfrutando de muchas conversaciones interesantes. En esta ocasión he coincidido en el camino con personas de California, Texas, Hong Kong, Corea del Sur, Holanda, Grecia, Marruecos, (casualidades de la vida, una ingeniera aeroespacial afincada en París que acababa de hacer un retiro espiritual en Toscana parecido al que hice yo hace un mes).

Vistas en Riomaggiore
Manarola

Hoy he estado conversando con una mujer rusa que me decía que era la primera vez que viajaba sola, había dejado unos días a su marido y su hijo en Moscú y se había dado unas pequeñas «vacaciones». Me decía que al principio tenía miedo de sentirse sola y que no pensaba que fuera a encontrarse bien… Y me ha confesado, en voz bajita, que estaba sorprendida de sentirse tan feliz, que estaba siendo una gran experiencia para ella, sobre todo por la gente que estaba conociendo.

 Monterrosso
 Monterroso
Riomaggiore

Después, en otro pueblo he estado hablando con un matrimonio de jubilados japoneses, que viven en Francia y en un momento de la conversación me dice la señora: «Claro, porque los japoneses somos muy parecidos a los españoles, nos gusta divertirnos y ayudar a los demás». Yo he sonreído para mí… Es verdad, tampoco somos tan diferentes de los japoneses o los rusos, si miramos más allá de nuestros rasgos. Quizás sólo haga falta un poco más de eso, de salir, de conocer, o de, simplemente, de querer mirar más allá, quizás así se acabarían algunos problemas…

 Vernazza
 Porto Venere
 Como no podía ser de otra forma… Había que 
probar el plato típico de spaghetti con frutti di mare…
Porto Venere

Comparto con vosotros unas imágenes de Cinque Terre, Patrimonio de la Humanidad, que he estado visitando… Que las disfrutéis

 Manarola

México (II): Puebla, la ciudad que aguanta estoicamente los terremotos…

Cerro de Loreto, desde donde en un día sin nubes 
se pueden ver los 4 volcanes de rodean la ciudad…

Puebla es una preciosa ciudad a unas dos horas de México que ahora se va sobreponiendo con esfuerzo al terremoto que vivieron hace algo más de dos meses.

 Los edificios están siendo restaurados, 
hay peligro de derrumbe…
 La zona del mercado del Parián, los edificios 
visiblemente afectados por el reciente terremoto
En caso de terremoto…

Este país está acostumbrado a sufrir seísmos, (de hecho las indicaciones de cómo tienes que actuar en esos casos las encuentras por todos los sitios). Pero el pasado terremoto causó más de 200 muertos en varias localidades del país, entre ellas Puebla. Esto me hacía reflexionar estos días, viendo cómo ahora la población tiene la situación aceptada y normalizada.

 Mercado del Parián
 Barrio de los artistas
 Calle de los artistas
Iglesia de la Compañía

Me llevo en mi mochila el aprendizaje de cómo las personas nos adaptamos a todas las situaciones, imagino que impulsados por el instinto de supervivencia que nos mueve siempre. También tengo que confesar que venía a México un poco inquieta, porque el recorrido de estos días lo iba a hacer finalmente sola, (el amigo mexicano que iba a acompañarme no ha podido finalmente). Me doy cuenta de que los miedos ante la falta de seguridad en la mayoría de las ocasiones los creamos en nuestra mente.

 Biblioteca palafoxiana en la Casa 
de Cultura de Puebla
 Capilla del Rosario, en la iglesia de Santo 
Domingo, estilo barroco novo hispano 
mexicano, realizada entre el 1650 y 1690.

Nosotros decidimos cómo de grande (o de pequeña), queremos que sea nuestra «zona de seguridad». Puede ser tu barrio, tu ciudad, tu país, Europa o el mundo. Tú decides. Y creo que se aplica no sólo a los viajes, sino a tu vida. También he reflexionado estos días si quiero que esas «creencias» sean las que me digan los demás o si las quiero elegir yo misma, según mi experiencia. Así que decido esto último y prefiero pensar que «el mundo es un lugar seguro» y que «frecuentemente en el camino recibes lo que das». Comparto con vosotros más imágenes «poblanas», que las disfrutéis…

Restaurante La Fonda de Santa Clara, Puebla
Iglesia en Puebla
Capilla del Rosario, recubierta completamente de oro
Recomendaciones:
* Alojamiento: Hostel Rhodas, Av. 11 Poniente #506., Col. Centro, Puebla.
* Restaurante: «La fonda de Santa Clara», Puebla.

México (I): Cholula, la ciudad latinoamericana más antigua…

Visitando la zona arqueológica de Cholula
Pues ya estoy aquí en México lindo y querido… Como tengo la semana que viene en Ciudad de México un training de Comunicación y Storytelling decidí venir unos días antes a descubrir un poquito más de este maravilloso país que me enamora cada vez que vengo.
 Vista de la iglesia sobre la pirámide con la 
base más grande del mundo, 400 metros cuadrados
 Una de las 365 iglesias que existen en Cholula.
 Cholula es la ciudad viva más antigua de 
Latinoamérica, fundada en el 500 a.C
Estos días estoy aprovechando para conocer Cholula y Puebla antes de ir a Ciudad de México. Comparto con vosotros algunas imágenes de estos maravillosos lugares que he visitado con unos amigos alemanes que he conocido en el camino… Viva México!
Con amigos alemanes: Lucas, Leo y Marius
 Mole poblano, riquísimo, una salsa hecha 
con chocolate y chile, entre otros ingredientes…
 Otra delicatessen mexicana… Los chapulines, (saltamontes
fritos) … Hay que probar la gastronomía local 
para entender mejor la cultura, no?
 Cerveza artesanal poblana… Por qué
habré elegido precisamente ésta?
Pirámide en Cholula

Zurich, la lujosa capital suiza

Y entonces va y ocurre de repente en el viaje, en un momento cualquiera, en el que me había planteado simplemente «dejarme llevar», en una ciudad, Zurich, donde no había estado antes, una «casualidad» y acabo compartiendo mi día con cuatro mujeres maravillosas.

Si no fuera porque ha sido real parecería el comienzo de un chiste: «Se abre el telón y aparecen cinco mujeres de 4 continentes diferentes: una mujer de Kenya que vive en Dubai, otra de Malasia que vive en Singapur, una de Bulgaria que vive en Alemania, otra australiana y servidora…»

Y, una vez más, compruebo que precisamente esto es lo que adoro de viajar así: poder fluir, sentirme en conexión con personas que no conozco de nada, de culturas totalmente diferentes, compartiendo conversaciones sobre la situación de la mujer en distintos países, la familia, el trabajo, la economía o la sociedad.

Riendo, comprendiendo y escuchando con sincero interés, sin tener que cumplir ninguna expectativa y con personas que valoran también salir de «su zona», conocer y tratar de juzgar menos y aprender más. Enfin, no me canso nunca de agradecer estos momentos mágicos…

Cuando el amor se hace contribución: Misioneras de la Caridad, (Teresa de Calcuta)

Cartel de bienvenida en uno de los orfanatos 
de las Misioneras Caridad, Delhi

Ya ha comenzado la segunda etapa de mi experiencia en India. Sabía que iba a ser dura y he intentado mentalizarme sobre lo que iba a vivir para estar más preparada. Estas semanas conociendo el país me han permitido comprender la pobreza y la situación de millones de personas en India y sobre todo, de tantísimos niños que luchan por sobrevivir. Pero por mucho que he intentado estar preparada este primer día en el orfanato de las Misioneras de la Caridad, (Teresa de Calcuta) en Delhi ha sido difícil. He tratado durante todo el día de contener las lágrimas, pero cuando he llegado a la habitación no he podido parar de llorar durante un buen rato. Es impresionante la labor que estas ocho misioneras están haciendo aquí. Para mí ellas son ejemplo de la espiritualidad bien entendida: rezan y meditan según su credo y su religión, pero, sobre todo, actúan para ser el motor del cambio, para transformar su realidad, su entorno. Yo me quedo con eso: da igual qué religión o creencias tengas, lo que cuenta es cómo actúas para mejorar tu entorno y contribuir a la felicidad de los demás. El centro tiene capacidad para acoger 40 niños que normalmente son abandonados en las calles, casi todos ellos con discapacidad intelectual, ceguera, sordera o enfermedades graves, aunque nunca dicen que no y suelen tener acogidos más niños de los que caben.

Cuando hace una semana hablé con la hermana Tina para preguntarle cómo podía ser útil aquí y qué podía hacer, ella me contestó que podía jugar con los niños, darles de comer, pero, sobre todo quererles, darles amor, eso es lo que más necesitaban. Así que en ello he estado hoy y seguiré los próximos días. Os puedo asegurar que ese amor puro que he visto en sus ojos es lo más bonito que me voy a llevar de India. Os puedo decir también que creo que no hay mejor destino para los donativos que me habéis dado muchos de vosotros antes de venir a India, estoy completamente segura al conocer cómo trabajan y cómo se organizan estas misioneras de que darán buen uso a este dinero para continuar su labor con estos niños.
Comparto con vosotros la frase que da la bienvenida al centro y que me ha hecho reflexionar a lo largo del día de hoy: «No dejes que nadie que se acerque a ti se marche sin sentirse más feliz».

Dharamsala, el refugio tibetano en India…

 Mc Leod Ganj

 Templo en Mc Leod Ganj
 Ritual tibetano
 Banderas de plegaria tibetanas

Estos últimos días he conocido una parte de India que parece otro país. He pasado de estar en Amritsar, cuna del sijismo indio, cerca de la frontera con Pakistán, a conocer Dharamshala y Mc Leod Ganj, donde se encuentra actualmente exiliado el Dalai Lama y donde viven unos 15.000 refugiados tibetanos. Es muy impactante conocer un poco más sobre la historia de este pacífico pueblo que se encuentra ocupado por China desde hace más de 50 años.

 Norbulingka Temple

Norbulingka Temple

En Tsuglagkhang Temple, (en Mc Leod Ganj), se pueden compartir momentos de reflexión y meditación con los monjes que amablemente invitan al visitante además a comida y masala tea. También en los templos de Norbulingka y Gyutoe monastery se pueden compartir y conocer las costumbres de los monjes budistas que viven allí.

 Monjes a su entrada al templo
 Templo budista, con la imagen del dalai lama

Monjes budistas

 Hoy he tenido la suerte de poder contemplar el ritual de meditación y comida de unos 100 monjes tibetanos y ha sido uno de esos momentos inesperados que suceden a veces en un viaje y que suponen un regalo especial que me encanta guardar en mi mochila. Ha sido increíble sentir la paz y tranquilidad que transmiten esas personas con su mirada y su presencia, una serenidad que espero recordar durante mucho tiempo. Comparto con vosotros algunos momentos de estos días, espero que os llegue un poquito de la paz de este lugar…

 Norbulingka Temple

Haciendo el ritual en el templo budista

Varanasi: donde la fé puede con todo…

Amanecer en el Ganges
La India sigue fascinándome cada día. En Varanasi he comprobado, por ejemplo, cómo la fe y las creencias pueden mover montañas y hacer que uno de los ríos más contaminados del mundo y con un mayor índice de residuos fecales resulte inofensivo a las personas que se bañan en él y beben de sus aguas, (donde, por otro lado, se bañan los animales o se echan los restos de los difuntos que han recibido cremación o directamente los cadáveres de aquellos que no pueden recibir cremación, (como embarazadas, leprosos, niños menores de 12 años o fallecidos por picadura de cobra). 
Gat en el Ganges
Ganges
 Templos en Karujaho
 Karujaho
 Karujaho
 Templos Karujaho
 Templos sij
 Relieve Kamasutra, Karujaho

Relieves Kamasutra, templo Karujaho

Creo que la India te va hechizando cada vez más conforme la vas conociendo, si no te dejas sobrecoger por ese primer impacto que te golpea cuando descubres esta realidad. Pero no se puede negar que India tiene luces y sombras. Es un país fascinante, mágico, lleno de colores, olores y sabores, pero, por otro lado tiene una cara oscura que resulta muy difícil de digerir. De esa cara no puedo enseñaros fotos, porque no me siento con valor suficiente para retratarla, pero os la puedo y debo contar. Aquí he encontrado la pobreza y miseria más grande que he visto en ningún sitio. Y es especialmente duro ver cómo golpea a los niños.

Con las familias que vivían en una lavandería en Delhi

Un montón de niños solos, descalzos, deambulando por las calles, haciendo números de circo en las estaciones de tren para pedir unas monedas, mientras los viajeros los contemplan impertérritos, miles de niños vendiendo por las calles… Es algo común aquí en India. Las mujeres y las personas con discapacidades tampoco lo tienen nada fácil, por no hablar de los que han tenido la suerte de reencarnarse en esta vida dentro de la casta de los intocables. Millones de personas pasando hambre, necesidad y viviendo bajo el umbral de pobreza… Una situación inhumana que da mucho que pensar sobre nuestro mundo, nuestras escalas de prioridades y valores actuales y a qué damos importancia en nuestras vidas…

 Con una madre y su hija india
 Golden Temple, Amritsar 

Golden Temple, Amritsar

Agra, donde el amor se hizo monumento…

 Taj Mahal
Taj Mahal

En esta etapa del viaje he vivido varios de esos momentos que dejan huella en la memoria, en los que se empañan los ojos de distintas emociones y que hacen que me convenza de que lo mejor de estas aventuras es cómo me transformo y voy aprendiendo de las personas que voy conociendo.

 Con una familia india
Con el bebé de una familia india, en el tren

En Orchha ha habido varios momentos que me han dejado sin palabras. Conocer a Gorav me ha impactado. Aparenta unos doce o trece años, (aunque él asegura que tiene dieciséis) y cuenta con toda naturalidad que es el cabeza de familia porque no tiene padre y es su deber ocuparse de su madre, sus tres hermanas y su abuela. Tiene una educación y una madurez impropia de su edad y un inglés perfecto que ha aprendido de forma autodidacta y practicando con turistas. Además de hindi e inglés puede hacerse entender en español y en francés y chapurrea algo de italiano y chino. Es un maravilloso ejemplo de cómo hacerse grande ante la adversidad y coger las riendas de tu vida.

 Templo en Orchha
 Orchha

Orchha

Gorav dice que cuando sea mayor quiere ayudar a los niños que son huérfanos, para que puedan ir a la escuela y estudiar, que es lo más importante. Dice que a él le gustaría ser guía pero que su familia no se lo puede permitir y que después del cole tiene que estar en la tienda ayudando a su madre. Gorav me pregunta cuál es mi dios y él dice muy seguro de sí mismo que tiene tres dioses: su primer dios es su familia, después Dios y después su cabeza. Dice que él es capaz de crear sus propias medicinas y curarse con su fuerza de voluntad. Así se ha curado de una herida en la pierna y se levanta el pantalón y enseña orgulloso su pierna envuelta con una cuerda sujetando una hoja. Me quedo sin habla. Gorav asegura que hace una semana no podía andar y ahora es verdad que sólo se percibe una pequeña cojera. Mientras lo cuenta se quita un pequeño cristal que se le ha clavado en el pie, (va descalzo). Cuando le pregunto, asustada, si se encuentra bien, me contesta que no pasa nada, que eso es normal en India, porque muchos no llevan zapatos. Otra vez me deja sin palabras. Luego pasa Buya, su vecina y aprovecha para contarnos que él no decidirá sobre su matrimonio, que su madre elegirá su esposa y él elegirá los maridos de sus hermanas. Así es la tradición en India.

 Fuerte de Agra

 En el mercado, puesto de tinte de colores

En Orchha conocemos además a Didi, que es una persona entrañable que desprende una energía especial. Es el dueño de Temple View Hotel y hace sentir a sus huéspedes como si estuviéramos en familia. Pero no es sólo una forma de hablar. Te escucha con profundo respeto, incluso en ocasiones toca tus pies, (es la mayor señal de respeto para los hindúes) y tengo la oportunidad de conversar con él sobre sus colaboraciones en centros para niños desfavorecidos. Es una persona que brilla y emana paz. Al despedirnos su esposa y él han preparado un regalo especial y lo han envuelto con una etiqueta que dice «para mi hermana».
Ya estoy presintiendo que voy a dejar parte de mi familia en India cuando me vaya…

Porque esto es África… Etiopía (I)

Con niños en la misión de Andode, 
Valle de Angar Guten 
(Fundación Emalaikat)
No sé todavía porqué esta vez me está costando tanto «volver al asfalto», (como diría mi amiga Teresa), después de un intenso mes vivido en Africa. Al principio pensaba que, como dice la sabiduría popular, ese tiempo es suficiente para justificar que, cuando vuelves en avión, tu cuerpo físico sí ha vuelto, pero tu alma sigue vagando por esos lugares donde has sentido tantas emociones…
Chume, Lome y Dessi
Pero hoy me doy cuenta de que es algo más. Tengo la sensación de que he disfrutado de un gran privilegio, conociendo y aprendiendo de grandes maestros, que me han enseñado muchísimo y de que me he ido sin dar las gracias, así, con prisas, sin decirles lo mucho que les voy a echar de menos y que voy a intentar practicar todo lo que he aprendido con su ejemplo.
Con las misioneras, niños y voluntarios 
de la misión en Andode (Fundación Emalaikat)
Cada niño que he conocido ha sido para mí un gran maestro. Para mí los niños en África son los grandes héroes, merecen mi total admiración. Cada uno de ellos tiene detrás una tremenda historia que haría sonrojar al más estoico. Y una de las cosas que más me maravillan es que, a pesar de esas historias de abusos, abandonos, falta de cariño o de no tener cubiertas las necesidades más básicas que necesita un bebé o un niño, todos ellos conservan la sonrisa y te la regalan con tan sólo ver la tuya.
Niña en la escuela de Muketuri
No quiero quedarme con el sabor agridulce que me supone siempre vivir esta experiencia en África, el conflicto interno que me lleva a preguntarme continuamente cómo es posible que estemos dejando que ocurran estas situaciones en pleno siglo XXI. Una tasa de mortalidad infantil del 64 antes de los 5 años, la enorme cantidad de niños desnutridos en sus primeros 3 años de vida, además de abandonos, abusos y malos tratos.
Niños en el patio de la escuela de Muketuri
De todas formas, prefiero quedarme con lo que he aprendido allí. Que no hay que gastar energía en lamentarse, sino en construir. Que lo importante es elegir qué vas a hacer con las cartas que te han tocado en la partida. Que lo mejor es dar las gracias por poder abrir los ojos un nuevo día y hacerlo al lado de personas que te sonríen. Que es mejor jugar y disfrutar hoy porque quizás mañana ya no estés aquí. Que hay que compartir lo que tienes, porque el bienestar de la comunidad es el tuyo. Que tu energía es mejor concentrarla en la vida, en el hoy, en este momento,… que es el único que sabes que tienes.
Con Dessi y Joseph en Andode
Sólo espero que no se me olvide jamás esto y que recuerde a estos niños cada vez que quiera abrir la boca para quejarme o para lamentarme de que las cosas no salen como yo quiero… ¡GRACIAS DE CORAZÓN, MAESTROS!
Con los niños en Andode
Fundación Emalaikat: www.fundacionemalaikat.es