Argentina: Ruta por el noroeste, el desierto de los colores



Allá voy, Argentina!! Después​ de dos intensísimos días de formación en coaching de equipos embarco ilusionada rumbo a mi siguiente proyecto de trabajo: Coaching y formación de desarrollo de competencias de comunicación y liderazgo.



Días interesantes de formación en Buenos Aires en los que ha habido varios condimentos para darles emoción: documentación retenida en aduana que no hemos podido desbloquear, improvisación continua para tener todo el material a punto, huelga general hoy en Argentina que nos ha trastocado todos los horarios… Y la parte positiva de ir, poco a poco no sólo aprendiendo a afrontar los imprevistos sino también disfrutando muchísimo de ellos… Agradecida, sobre todo, de encontrar en el camino a grandes profesionales y amigos con los que compartir estos momentos…

Cafayate

Hablábamos de imprevistos, ¿qué tal llegar al aeropuerto y comprobar en el check-in que se han quedado por error tu pasaporte en el último alojamiento que has estado y no te lo han devuelto? Respirar hondo, encontrar un ángel que te ayude, (en este caso la azafata que me ha prestado su teléfono para resolver el tema, el mío no iba), y gestionar el problema con algo de calma para que me lo enviasen con un taxi en tiempo récord antes de salir el vuelo… 
Prueba superada 😉 … Ahora feliz, camino al noroeste argentino, (zona de Salta).
Aprendizaje: una vez más constato la gran cantidad de ángeles que vas encontrando por el camino dispuestos a ayudarte, sólo tienes que pedirlo… y dar las gracias después 😉

Cafayate



Maravillosa zona la de Cafayate, (Quebrada de las Conchas), con paisajes desérticos que parecen anclados en el tiempo, con capas marcadas en las montañas que delatan esos millones de años que han visto pasar a través de los sedimentos que las colorean…

Garganta del Diablo, Cafayate

Una de las cosas que me encanta hacer cuando viajo es observar en cada lugar la forma que tienen las personas de socializar. Me gusta intentar integrarme y adaptarme a sus costumbres. En Argentina me fascina el ritual de «tomar mate», aunque el sabor me resulta muy amargo siempre que me lo ofrecen acepto encantada, pues es su forma de iniciar conversación, de compartir inquietudes, opiniones. Me encanta que se comparta, literalmente, el mismo vaso, (poro) y la misma pajita, (bombilla). Estos días en torno a un mate estoy compartiendo conversaciones interesantísimas sobre economía, política, religión o, yendo un poquito más allá, lo que nos preocupa o nos interesa en la vida…

Cachi

Los argentinos que me estoy encontrando en el camino son grandes conversadores y me sorprende constatar lo informados que están sobre la política y la economía de su país. Todos los que me encuentro tienen opiniones sólidas sobre política, justicia social y economía que exponen, defienden y argumentan de forma muy vehemente. Esto me hace reflexionar sobre el pasotismo que a veces veo en otros lugares, que consideramos más «desarrollados económicamente». En este momento, además, están viviendo una gran tensión social, (el pasado día 6 hubo una huelga general en protesta del actual gobierno de Macri). Me gusta mucho observar que hablan con tolerancia, con ganas de avanzar, de mejorar como país y de acabar con la corrupción que, según muchos de ellos, les ha frenado durante mucho tiempo. 
Ojalá lo consigan, y puedan brillar más como el país que ellos desean y merecen. 

Cachi, Parque Nacional de los Cardones

Comparto con vosotros también algunas fotos de la zona de Cachi, que he visitado hoy, en el Parque Natural de Los Cardones, impresionante zona de contrastes entre paisajes desérticos y áridos con zonas de frondosa vegetación y con otras zonas nevadas. 

Cachi

La aventura y el descubrimiento de lugares hermosos en este viaje están siendo fantásticos, pero lo de hoy me ha dejado sin palabras… Hoy he estado en un lugar de ésos que te cortan la respiración y que hacen que te salten un par de lágrimas al comprobar la belleza de este mundo que tenemos como regalo. Quebrada de Humahuaca, Cerro de los 14 Colores, 4300 metros de altitud. Hoy sí, hojas de coca para mitigar el mal de altura, pero ha valido la pena con creces… Qué maravilla de la Naturaleza!!
Os dejo unas imágenes, espero que las disfrutéis 😉

Camino hacia Salvador de Jujuy

Salinas Grandes

Cerro 14 colores, Humahuaca

Cerro 14 colores

Cerro 14 colores

Cerro 7 colores, Purmamarca

Paseo de los Colorados, Purmamarca



Estos días he escuchado muchas leyendas, historias y cuentos relacionados con el profundo respeto y amor que sienten los pueblos de esta zona de Argentina por la Pachamama, (Madre Tierra). Hoy me he emocionado de nuevo presenciando la majestuosidad de la naturaleza, en el Camino de los Colorados, en Purmamarca, (os comparto algunas imágenes).
Y para finalizar el día me encuentro en una fachada escrita esta reflexión:
«Cuando la sangre de tus venas retorne al mar y el polvo de tus huesos vuelva al suelo quizás recuerdes que esta tierra no te pertenece sino que tú perteneces a esta tierra».



(Reflexiones viajeras: Esta encantadora señora me contaba cómo, desde que murió su marido, hace más de 40 años, recorre cada día (llueva o nieve) una hora de camino desde su casa en el cerro, (a unos 3000 metros de altitud) para bajar a vender artesanía a los turistas, (por supuesto, otra hora para volver). Los días de suerte consigue vender unos 10€… Para cuando nos quejemos de que tenemos que trabajar…)

Con Mirta y Daniel

Me siento agradecida de haber vuelto a llenar mi mochila de vivencias apasionantes, descubriendo y aprendiendo del mundo. Pero, por supuesto, una vez más me llevo en mi equipaje el tesoro más preciado que supone para mí viajar de la forma en que lo hago: los momentos compartidos con tantos amigos, los que ya formaban parte de mi vida y los nuevos, con los que he compartido conversaciones y reflexiones tan enriquecedoras. Como me dijo el otro día mi nueva amiga Mitra, una encantadora señora argentina con la que conecté de forma instantánea, la vida son momentos, conversaciones, pueden ser momentos largos o de tan sólo unos minutos, pero todo lo que compartimos y hablamos con las personas que vamos conociendo nos puede inspirar, impactar o hacer reflexionar para el resto de nuestra vida. Y yo me quedo con esos momentos y aprendizajes… Podemos perder las cosas materiales, se nos pueden olvidar muchas cosas, pero nunca perderemos cómo nos vamos transformando en el camino gracias a las personas que nos vamos encontrando «casualmente» en él. Aunque haya sido un instante.

Con Cristian en Buenos Aires

Con Daniel 

Gracias a todos los instantes compartidos con vosotros estos días, y GRACIAS en especial a esos amigos que tengo la gran suerte de que ya forméis parte de mi vida, Melina y tu encantadora familia, Daniel, Cristian, Mitra, Daniel, Claudio, Giulia, Guillermo y tu familia…Gracias por haberme hecho sentir como en casa 🙂


RECOMENDACIONES ALOJAMIENTOS:
* Art Factory Palermo, Buenos Aires
* Las Rejas Hostel, General Guemes 569, Salta
* Casa Colores Hostel, Tilcara
* Alto Verde Hostel, Calle Libertad 399, Barrio Ciudad de Nieva, San Salvador de Jujuy

Copenhage: una ciudad para descubrir uno mismo…

Una semanita muy intensa, de trabajo, pero también encontrando tiempo para conocer Copenhague… Qué ciudad más bonita, me está encantando…

Hoy tenía pensado visitar la Sirenita, a pesar de que varias personas me dijeron que es un monumento decepcionante, (de hecho está considerado uno de los tres más decepcionantes de Europa). Ni siquiera los daneses le tienen mucho cariño. Tenía poco tiempo para verla. Al preguntar por cómo llegar varios me han dicho que no me iba a dar tiempo, que estaba muy lejos, que en tren o bus aún era más largo… Enfin, he estado a punto de tirar la toalla y dejarla como esas típicas cosas que te dejas por ver en los lugares que visitas para tener siempre una excusa para volver… Pero, al final, me he decidido a darle una oportunidad.. he ido caminando hacia el icono triste que para Andersen supuso, al final, triunfar en su deseo de estar relacionado con su amado Teatro Real. Por cierto, lo intentó tres veces, en las que le rechazaron, (como bailarín, como cantante y como actor). Finalmente logró el éxito contando historias y cuentos preciosos, como la Sirenita, o el Patito Feo.

He llegado, la he visto, y me ha encantado. Me quedo con la reflexión de hacer nosotros mismos nuestras ideas y juicios sobre las cosas, no dejarnos influir demasiado si queremos conseguir algo… Y seguir perseverando… No sé, estoy un poco filosófica hoy…

RECOMENDACION:
*Alojamiento: Copenhagen Downtown Hostel, Vandkunsten 5

Islandia: el país de los paisajes que asombran

Rumbo a mi siguiente aventura: el Ártico. Ya intenté ver las majestuosas auroras hace un año, pero un imprevisto me lo impidió. ¿Cuántas veces hay que intentar los sueños hasta que se consiguen? Perseverar es la clave, ¿no? Pues aquí estoy, perseverando, sabiendo que la incertidumbre sobre lograrlo en este caso es alta… Muchas veces, aunque hagas todo lo que está en tu mano el desenlace no depende de ti… Por tanto, confía, fluye y acepta lo que ocurra. Tomando conciencia de que lo que importa no es el destino o el resultado, sino el camino y cómo te transformas en él… 

Algunas cosas que he ido descubriendo y reflexionando en Islandia, este país impactante y maravilloso:
* Se ha mantenido durante muchos años entre los top 5 de países con mayor índice de felicidad. Ellos te explican que quizás es porque se conocen entre todos y sus familias, por lo que tienden a ayudarse y a ser amables con los demás…


* Es el país más seguro del mundo, no sé si tiene que ver con el punto anterior. Creo que son tolerantes, honestos y dispuestos a ayudar.


* Cuando algo es injusto se unen y se manifiestan, salen a la calle… Así consiguieron de forma pacífica darle la vuelta a su situación política hace unos años o conseguir ser un país pionero en derechos de la mujer. Las mujeres se manifestaron haciendo una huelga de «cuidado de hijos», los maridos se los tuvieron que llevar a sus trabajos… y así entendieron que era un tema de todos… Existe hasta un monumento dedicado a la reivindicación social… También creo que esto puede influir en el punto primero.


* No hay prácticamente desempleo, (sólo el estructural). El nivel de vida es elevado, (un café cuesta de media unos 4-5€), es el país más caro que he visitado. No obstante, el salario medio ronda los 3.000€ y necesitan mano de obra, a quien pueda interesar… 


* Es un país mágico, (y no sólo por las incontables historias de trolls y elfos), sino por sus glaciares y lagos helados, (los más grandes de Europa), y porque concentra unos paisajes maravillosos en un terreno relativamente pequeño, en menos de 500 km puedes recorrer la isla de oeste a este.


RECOMENDACIÓN:* Alojamiento:Bus Hostel Reykjavik, Skogarhlid 10

Porque esto es África… Etiopía (I)

Con niños en la misión de Andode, 
Valle de Angar Guten 
(Fundación Emalaikat)
No sé todavía porqué esta vez me está costando tanto «volver al asfalto», (como diría mi amiga Teresa), después de un intenso mes vivido en Africa. Al principio pensaba que, como dice la sabiduría popular, ese tiempo es suficiente para justificar que, cuando vuelves en avión, tu cuerpo físico sí ha vuelto, pero tu alma sigue vagando por esos lugares donde has sentido tantas emociones…
Chume, Lome y Dessi
Pero hoy me doy cuenta de que es algo más. Tengo la sensación de que he disfrutado de un gran privilegio, conociendo y aprendiendo de grandes maestros, que me han enseñado muchísimo y de que me he ido sin dar las gracias, así, con prisas, sin decirles lo mucho que les voy a echar de menos y que voy a intentar practicar todo lo que he aprendido con su ejemplo.
Con las misioneras, niños y voluntarios 
de la misión en Andode (Fundación Emalaikat)
Cada niño que he conocido ha sido para mí un gran maestro. Para mí los niños en África son los grandes héroes, merecen mi total admiración. Cada uno de ellos tiene detrás una tremenda historia que haría sonrojar al más estoico. Y una de las cosas que más me maravillan es que, a pesar de esas historias de abusos, abandonos, falta de cariño o de no tener cubiertas las necesidades más básicas que necesita un bebé o un niño, todos ellos conservan la sonrisa y te la regalan con tan sólo ver la tuya.
Niña en la escuela de Muketuri
No quiero quedarme con el sabor agridulce que me supone siempre vivir esta experiencia en África, el conflicto interno que me lleva a preguntarme continuamente cómo es posible que estemos dejando que ocurran estas situaciones en pleno siglo XXI. Una tasa de mortalidad infantil del 64 antes de los 5 años, la enorme cantidad de niños desnutridos en sus primeros 3 años de vida, además de abandonos, abusos y malos tratos.
Niños en el patio de la escuela de Muketuri
De todas formas, prefiero quedarme con lo que he aprendido allí. Que no hay que gastar energía en lamentarse, sino en construir. Que lo importante es elegir qué vas a hacer con las cartas que te han tocado en la partida. Que lo mejor es dar las gracias por poder abrir los ojos un nuevo día y hacerlo al lado de personas que te sonríen. Que es mejor jugar y disfrutar hoy porque quizás mañana ya no estés aquí. Que hay que compartir lo que tienes, porque el bienestar de la comunidad es el tuyo. Que tu energía es mejor concentrarla en la vida, en el hoy, en este momento,… que es el único que sabes que tienes.
Con Dessi y Joseph en Andode
Sólo espero que no se me olvide jamás esto y que recuerde a estos niños cada vez que quiera abrir la boca para quejarme o para lamentarme de que las cosas no salen como yo quiero… ¡GRACIAS DE CORAZÓN, MAESTROS!
Con los niños en Andode
Fundación Emalaikat: www.fundacionemalaikat.es

Aprendizajes en Etiopía (II)- La cara

Toda moneda tiene dos caras. Y a mí me gusta «elegir», además, ver siempre la parte positiva de cada una de las experiencias que la vida me pone en el camino… Así, que, en ente caso, también han sido muchos los aprendizajes y emociones positivas que me he traído en la mochila.  

Niña en escuela de Muketuri

He reflexionado sobre lo que tantas veces hablamos de desarrollar «competencias», esas capacidades que nos hacen ser mejores en el trabajo o, en general, en la vida.. ¡Qué diferente es el entorno en que estas personas se mueven y que hace que el desarrollo de esas competencias lo tengan prácticamente todos para poder sobrevivir, no sólo para poder mantener su trabajo!

He admirado su fortaleza, su capacidad de adaptación al entorno, sin quejarse ni obsesionarse con lo que pasará dentro de un año, o dentro de un mes. Lo importante es el aquí y el ahora… ¿quién sabe dónde estaremos mañana?

Junto con niños y voluntarios en la escuela
He admirado su capacidad de sonreír, de verdad, desde el corazón, no sólo con la boca, sino también con los ojos y con el alma. Es increíble el sentimiento de gratitud a la vida que tienen, simplemente por el hecho de… estar vivos. ¿Hace falta algo más para poder vivir que estar vivos?

Madre y su hija en Muketuri
Me ha sorprendido su resiliencia y su aceptación, sin quejarse, sin malgastar energías en el victimismo, (y eso que todos tenían, a mi modo de ver, muchos motivos para poder hacerlo). Creo que ellos saben que emplear sus pocas energías en quejarse no va a hacer que su familia coma en el día o que sus niños se recuperen de la enfermedad, así que lo que hacen es simplemente… ¡aceptar y hacer lo posible!
Niña jugando
He admirado también sus tremendas ganas de vivir, de disfrutar, es increíble la capacidad del ser humano para adaptarse a las situaciones más complicadas con ese instinto de supervivencia.. Y también la capacidad de normalización de los niños, la espontaneidad para asimilar cualquier situación…
En el cole
Qué bonito también ha sido el comprobar la generosidad y la humanidad de cualquier persona, en cualquier parte del mundo, eso no conoce de fronteras, de países, ni de idiomas.. Las ganas de mejorar el mundo, de contribuir con esfuerzo y dedicación a hacer del mundo un lugar mejor para todos…
Con todo el equipo de Muketuri, 
después de una formación
En el Cañón Wusha Gadel

Aprendizajes en Etiopía (I)- La cruz

No sé por dónde empezar para explicar qué es lo que más me ha impactado de mi estancia en Etiopía. Seguramente lo que más me sorprendía cada día y me hacía estar en lo que yo llamaba «un estado de shock permanente» era descubrir la calma relajada con la que los héroes y heroínas que sobreviven allí aceptaban su suerte y decidían enfrentarla con una sonrisa resignada. 
Mujer tan sólo dos semanas después 
de haber dado a luz ella sola en su choza
Vivir sin agua, con continuos cortes de luz, con menos de un dólar al día para mantener a tu familia, con escasez de comida, sin ropa de abrigo durante la época de lluvias cuando hace mucho frío y llueve continuamente, (la altitud es de 2.600 metros)… eso forma parte de tu día a día si has nacido en Muketuri, (Etiopía). Y desgraciadamente es la situación generalizada en el resto del país.
Mujeres recogiendo fardos de leña por 
los que cobrarán un euro al día
Yo no podía aceptar que esa realidad esté ocurriendo en un país en pleno siglo XXI. No podía acostumbrarme a la idea de que la esperanza de vida sean 55 años y de que la mortalidad infantil sea tan elevada, (aproximadamente un 8%).
Los niños hasta los cinco años tienen un gran riego de morir, por lo que, en general, sus familias no les muestran demasiado apego porque saben que posiblemente, (y si Dios lo decide, ya que no lo asocian con la desnutrición, sino con la intervención divina), en los primeros años de vida van a morir. También por ello suelen dejar en sus cabezas una especie de «cresta», para que, si mueren, los ángeles puedan coger a los niños del pelo para llevarlos al cielo.

Niños en un poblado cerca de Muketuri
Me he dado cuenta de que ser niño en Etiopía es algo muy difícil, pero sobrevivir siendo un niño con discapacidad es algo así como un milagro. Además, por si fuera poca la mala suerte en tu reparto cuando te toca la carta de la discapacidad vas a tener que enfrentarte con el rechazo del resto del poblado e, incluso, de tu familia, ya que se considera un «mal de ojo» esta circunstancia, o, en el peor de los casos, que la familia lo merecía por sus pecados o acciones pasadas.
Sobrevivir con una discapacidad 
en Etiopía es milagroso
Además, cuando eres niño y tienes menos de cinco años lo tienes más difícil… Todavía no puedes trabajar cuidando a las vacas, o yendo a buscar agua, por lo que no puedes ayudar a la familia, y, por tanto, vas a ser el último en comer.. eres el menos «productivo»…
Niña cuidando sus vacas 



Continuando mi viaje a Itaca…

Es tan sólo una pequeña muestra de lo que va a llenar mi mochila en la siguiente etapa de mi viaje a Ítaca. Y es que, como me dice mi buena amiga María, el año pasado simplemente fue el comienzo, arrancando un sueño que va a durar toda mi vida. Espero que haya muchas Ítacas en mi vida, muchos viajes de aprendizaje, de descubrimiento, cúmulos de experiencias y sensaciones vividas a través de los ojos y de las emociones compartidas con tantas y tantas personas que voy encontrando en mi camino.
Preparando mi mochila para Etiopía
En tan sólo diez días emprendo rumbo a mi siguiente Ítaca.
Es un viaje diferente al que emprendí hace un año, aunque ambos tienen en común
que voy a vivir una gran experiencia y que voy a salir de nuevo de “mi zona de
confort”. En esta ocasión voy a Etiopía, a aportar mi pequeño granito como
voluntaria en varios proyectos con los que colaboro. Siento la necesidad de vivir
lo que ellos viven, poniéndome literalmente en los “zapatos del otro”, porque
creo que es la forma de interiorizar y asimilar de verdad las situaciones que
se viven en otros países donde no son tan privilegiados como nosotros somos. Quiero
sensibilizarme, empaparme de esa situación y luego ser capaz de trasmitirla, de
contarla en mi entorno.. ¿me acompañas en este viaje?
Formación con amigos de Dakar (Senegal)

Y aunque sé de sobras que lo que voy a recibir va a ser
mucho más de lo que voy a poder ofrecer, espero poder gestionar las emociones
que voy a sentir, ése creo que va a ser el primer reto que tendré que afrontar.

Una vez más, estoy segura de que vendré con mi mochila mucho
más llena, no con peso, sino con experiencias y vivencias que me harán aprender…
Con niños en un cole en Dakar, (2012)