Estos últimos días he conocido una parte de India que parece otro país. He pasado de estar en Amritsar, cuna del sijismo indio, cerca de la frontera con Pakistán, a conocer Dharamshala y Mc Leod Ganj, donde se encuentra actualmente exiliado el Dalai Lama y donde viven unos 15.000 refugiados tibetanos. Es muy impactante conocer un poco más sobre la historia de este pacífico pueblo que se encuentra ocupado por China desde hace más de 50 años.
En Tsuglagkhang Temple, (en Mc Leod Ganj), se pueden compartir momentos de reflexión y meditación con los monjes que amablemente invitan al visitante además a comida y masala tea. También en los templos de Norbulingka y Gyutoe monastery se pueden compartir y conocer las costumbres de los monjes budistas que viven allí.
Hoy he tenido la suerte de poder contemplar el ritual de meditación y comida de unos 100 monjes tibetanos y ha sido uno de esos momentos inesperados que suceden a veces en un viaje y que suponen un regalo especial que me encanta guardar en mi mochila. Ha sido increíble sentir la paz y tranquilidad que transmiten esas personas con su mirada y su presencia, una serenidad que espero recordar durante mucho tiempo. Comparto con vosotros algunos momentos de estos días, espero que os llegue un poquito de la paz de este lugar…