Hoy quiero contaros muchas cosas y no sé por dónde empezar. Empezaré reforzando mitos. Yo antes de venir aquí había oído que los chinos eran muy hospitalarios y, aunque sé qué no se puede generalizar, ni en aspectos positivos ni en negativos, tengo que deciros que con mi experiencia hasta ahora doy fe de que es así. Estoy conociendo a gente muy amable y acogedora, con la que estoy conociendo una parte de China «que no sale en las guías».
Por otro lado, también os diré que en China hay que lanzarse, no amilanarse cuando no te entienden y te dan la espalda o se van cuando les preguntas. Algunas veces ocurre y, en mi opinión, es por la timidez que sienten al no poder entenderse contigo. Ahí hay que atreverse, sacar los ases de la manga, sean gestos, dibujos o risas, (no siempre funciona la app de traducción). Así además me voy entrenando en estas ciudades grandes, porque por lo que me comentan otros viajeros sobre el resto de mi viaje, (voy a zonas más rurales), todavía hablan menos inglés, (si cabe).
En Beijing he tenido la oportunidad de conocer una de las grandes maravillas realizadas por el hombre. Es fascinante recorrer parte de la Gran Muralla y sentir el peso de la historia de sus 1400 años. También es muy recomendable visitar la Ciudad Prohibida, en la plaza de Tiannamem.
Aunque también me quedo con otros pequeños grandes momentos que me están sorprendiendo cada día en este maravilloso país: unos bailes improvisados en un parque al salir del metro, unas partidas de juegos típicos chinos dentro del palacio imperial o unos cantantes de ópera ensayando en el Templo del Cielo…
Enfin, está siendo un país lleno de sorpresas…
Comparto algunos momentos de estos días con vosotr@s, espero que los disfrutéis 😉
RECOMENDACION ALOJAMIENTO:
* Peking Station Hostel, between Suzhou Hutong Building 2 and Building 3 , DongCheng District, Beijing