De nuevo vuelvo a hacer balance y mi etapa en este país ha sido muy positiva y enriquecedora, han sido tan sólo cinco días, en los que, sobre todo, he tenido la oportunidad de conocer una de las Maravillas del Mundo, los templos de Angkor y a un pueblo generoso, amable y con ganas de superar poco a poco su historia pasada de dolor y escasez.
Ojalá que ese día en que Camboya tenga una situación más próspera y digna para su gente llegue pronto…
viajar solo
La gastronomía camboyana, basada en el arroz y el pescado…
La cocina camboyana, al igual que el resto de los países del sudeste asiático que estoy conociendo, tiene su base principal en el arroz. Tienen varios tipos diferentes de arroz, dependiendo de la cosecha y de la época, si es en temporada de lluvias o temporada seca, etc. Es un país que consume muchísimo pescado,(unos 35 kilos por persona anuales).
Tienen una cocina deliciosa y, para mi alegría, menos picante que la malasia o la indonesia.
Reflexiones de una viajera (V)
El primer día que llegué a Bangkok me sentí desesperada. En ningún otro
país antes me había resultado tan difícil comunicarme con la gente.
Sentí una impotencia enorme, casi nadie hablaba inglés y además, la
gente que encontré ese día en mi camino parecían no tener la menor
intención de ayudarme. Me resultó tremendamente difícil incluso llegar
al hostel donde iba a alojarme, y eso que llevaba un papel con el nombre
escrito en tailandés. Al día siguiente la situación se repetía…no
hablaban inglés ni en la recepción, ni siquiera en el bar donde fui a
desayunar…a duras penas conseguí hacerme entender para tomar un café
con unas tostadas. Mi pensamiento comenzó a girar en círculos: «cómo voy
a llegar a mi destino si no me entiende nadie?», «me
voy a perder y luego no podré llegar hasta aquí», «me van a intentar
engañar»…. Cuando me dí cuenta de que estaba repitiéndome a mi
misma estos mensajes negativos y me estaba angustiando, tomé la
decisión de parar mi mente. «Así no voy a ninguna parte, cambia el chip
ahora mismo. Cambia tu actitud, sonríe y CONFÍA».
Tengo que decir que a
estas alturas del viaje ya llevo la mochila bastante cargada de
aprendizajes y lecciones, pero, sinceramente, una de las más importantes
que he interiorizado por la experiencia vivida estos meses es que hay
que confiar en la vida. He aprendido que debo poner todo lo que esté en
mi mano para conseguir lo que busque, pero una vez hecho eso, debo
confiar.
Todo está preparado para que ocurra de la forma en que lo
necesite. Ese día, cuando cambié mi actitud apareció un «ángel» que
me ayudó a resolver mi problema.
El otro
día volvió a ocurrir: necesitaba hacer urgentemente una llamada a España, (en Bangkok no
se encuentran fácilmente cabinas públicas para llamadas
internacionales), y apareció otro «ángel» que me prestó su teléfono.
Espero que no se me olvide nunca esto, pues lo importante es creer que
va ocurrir así…
Siem Reap, algo más que la guardiana de los templos de Angkor…
Esta ciudad no sólo es la antesala de los imponentes templos de Angkor.
También es una ciudad donde se puede aprender bastante sobre la historia
que ha definido la actual Camboya.
Tengo que decir que es un sabor
agridulce el que tengo en este momento, pues aunque hay rincones muy
bonitos para ver en Siem Reap, como su mariposario, sus pagodas o su Old
Market, me ha impactado mucho conocer la realidad que ha vivido este
país.
Camboya ha sido una nación maltratada por guerras con países
colindantes y por una atroz guerra civil que le llevó a uno de los
genocidios más aberrantes del pasado siglo, cuyos estragos se siguen
padeciendo por la población. Se estima que existen todavía en Camboya
unos 5 millones de minas antipersona, y actualmente 1 de cada 250 camboyanos son víctimas de las minas. En el Museo de Minas Antipersona se
puede obtener mucha información sobre este tema, gracias a la
impresionante
labor de su fundador, Aki Ra. Recogen donaciones en:
www.cambodialandminemuseum.org
Otro hecho impactante ha sido conocer algo más del genocidio llevado a
cabo durante los años 70, en los «3 años, 8 meses y 20 días del mandato de Pol Pot». Es curioso, aquí recuerdan este tiempo así, (como
si de una condena se tratase) y fue bajo su régimen que se llevó a cabo el exterminio de unos
3 millones de personas, en su mayoría chicos jóvenes y bien preparados.
Es doloroso ver el sufrimiento que ha vivido este país durante tanto
tiempo, y aún hoy, con todas las minas que aún quedan.
A Camboya le
queda todavía un largo camino por recorrer hacia una vida digna de su
gente, hay mucha pobreza en el país, ojalá que pronto disfruten por fin de una mejor
situación…
Los Templos de Angkor, la octava Maravilla del mundo…
Creo que en el Templo de Angkor Wat, (Camboya), he tenido una sensación parecida
a la que experimenté cuando vi por primera vez la ciudad sagrada de Machu Pichu.
Son esos segundos en los que tus ojos descubren algo tan bonito, tan impactante,
que te quedas así, petrificada, con la boca abierta, empapándote de la imagen y
llenando los sentidos con ese momento, para que se te quede grabado en la
memoria, para que no se te olvide nunca, para que lo puedas recordar cuando
tengas un momento de desánimo y necesites transportarte a un lugar que te llene
de energía y de buenas vibraciones, como diría mi amiga Bea.
Y es que en
ningún otro lugar en el mundo hay tantos templos juntos, desde los más famosos, como el de
Angkor Wat, el de Prohm o el de Bayon, hasta otros como el Banteay Srei, (o
templo de las Mujeres), el enorme Beng Malea o los de la capital antigua,
Roluos.
Otra de las cosas que me han sorprendido mucho en Angkor es que
muchos de los templos son a la vez hinduístas y budistas, esto es la fusión
llevada al máximo. En su inicio fueron originariamente hinduístas, muchos de
ellos construidos para venerar al dios Wisnu, alrededor del siglo XII, y después
budistas, a partir del siglo XVII, venerando a Buda, pero muchos de ellos
conservan los dos credos y comparten fieles. Camboya nos ofrece otro gran ejemplo de
integración y fusión de culturas y credos…
Fin de mi sexta etapa (Malasia)
cinco días los que he estado en este país, en su capital, Kuala Lumpur, pero
este tiempo me ha bastado para descubrir un lugar único, muy recomendable para
visitar, con una gran diversidad cultural y también con paisajes, playas y
rincones ideales para perderse y desconectar.
De nuevo me llevo una grata
experiencia del contacto con la gente que he conocido en mi camino por este país.
Tengo que reconocer que venía con algún prejuicio sobre el carácter de los
musulmanes, y de nuevo se rompen mis esquemas, la gente que me he encontrado se
ha desvivido por ayudarme y por hacerme sentir como en casa…
Malaca, el pueblecito rojo Patrimonio Mundial de la Humanidad…
A tan sólo un par de horas en autobus desde Kuala Lumpur se encuentra Malaca, un precioso pueblecito que fue fundado por un principe hinduísta, fue protectorado chino, colonia portuguesa, holandesa y después británica… Enfin, que gracias a todas esas influencias tiene una mezcla de estilos que se reflejan en su arquitectura, en su gastronomía y en el ambiente que se respira en sus calles. Merece una visita, en especial su animado Chinatown, con unos restaurantes y cafeterías muy pintorescos, su plaza Town Square, su paseo marítimo y sus iglesias y templos.
La gastronomía malasia, espejo de su diversidad…
diversidad cultural que encontramos en Kuala Lumpur se refleja en su gastronomía,
una mezcla resultante de las influencias
de cocina china, hindú, pakistaní, malaya, etc.
cosa que tienen en común… las especias y el picante.
noodles, tofu, cebolla
queso, exquisito!
Chinese Chopsi, comida vegetariana
en un restaurante indio
Postres indios, a base de leche,
arroz, chocolate y coco… deliciosos!
Kuala Lumpur (II), fusión de tradición y modernidad…
ese aspecto tradicional, Kuala Lumpur es una ciudad moderna y dinámica, que
mira al futuro desde sus gigantes Torres Petronas, (fueron los rascacielos más
altos del mundo hasta el 2004).
observar también unas vistas magníficas de la ciudad desde la Torre Menara
Kuala Lumpur, muy cerquita de las Petronas, en la zona conocida como «Triángulo de Oro», con rascacielos y edificios financieros.
Kuala Lumpur Menara
de la ciudad y se puede admirar la arquitectura colonial. Muy cerca de esa
plaza encontramos el barrio de Chinatown y también el de Old Little India, con
coloridos puestos donde se puede encontrar prácticamente de todo.
* Alojamiento: Backhome Hostel, Jalan Tun HS Lee, 30, Kuala Lumpur.
Kuala Lumpur (I), un modelo de unión en la diversidad…
un ejemplo maravilloso de multiculturalidad y de respeto entre personas con
diferentes creencias. Se aglutinan influencias malayas, chinas, indias y hay
fuerte presencia de tres religiones, (islámica, budista e hindú), además de
otras minorías. Todo ello en un clima de convivencia y tranquilidad. Esta diversidad
se ha sabido aprovechar en Malasia de una forma modélica para reflejar la
riqueza de la fusión, la sinergia en la diversidad, gracias al abanico étnico,
religioso y cultural.
me ha sorprendido muy gratamente, he descubierto una ciudad moderna y
desarrollada, pero que conserva a su vez sus templos y mezquitas, sus barrios
tradicionales y su espíritu de ciudad acogedora.
las visitas indispensables en Kuala Lumpur: el templo hindú Sri Mahamariamman,
el templo chino Sze Ya, la Mezquita Nacional y la Mezquita Negara y la Mezquita
Jamek. También es interesante visitar los Jardines del Lago, donde se encuentra
el Museo de Arte Islámico, el Jardín de Pájaros y el Jardín de Orquídeas, con
una variedad infinita de preciosas flores muy bien cuidadas.