Cuando ya pensaba que lo había visto todo en cuanto se refiere a caos y tráfico abrumador en una
ciudad, llegué a Hanoi y me di cuenta de que la circulación
en ciudades como El Cairo o Bangkok parece un desfile de majorettes comparado
con el de Hanoi.
En Vietnam hay un población de unos noventa millones de
personas, de las cuales unos ocho millones viven en Hanoi. Ahora viene la cifra
impactante: circulan más de seis millones de motos.
La vida de los vietnamitas se puede observar en sus motos, que pueden llegar a
transportar casi cualquier cosa, veinte cajas de gallinas, diez alfombras, un cerdo o una vaca
muertos, y, de forma habitual, hasta cinco personas en una moto de pequeña
cilindrada.
Lago Hoan Kiem
Puente The Huc, para acceder
al Templo Ngoc Son
Catedral de San Jose
Las calles de Hanoi son una muestra única de que la vida de los
vietnamitas transcurre de puertas hacia fuera de sus casas.
Venta de fruta en las
calles de Hanoi
Desde el amanecer
sacan sus sillas a las puertas de sus casas para desayunar y, a partir de ahí,
exponer su mercancía, cocinar, comer, jugar al ajedrez con sus vecinos, tomar una cerveza
bien fría o incluso afeitarse, cortarse el pelo o pintarse las uñas de los pies.
Barbero-peluquero en
las calles de Hanoi
Una ciudad única, con personalidad propia, que impacta, aturde y, sorprendentemente, seduce…
Recomendación:
* Alojamiento: Downtown Backpackers Hostel, 9 Ma May, Hanoi.